HISTORIA FINALIZADA.
A.U
Desde aquel día nada fue igual en la vida de Bulma Brief.
Un simple dibujo de sus amigos imaginarios fue el detonante para que su familia se enterará de que algo, no estaba bien con ella.
Los tratamientos se fueron deterio...
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Un mes después.
— ¡Ella lo mató! ¡Ella lo mató! ¡Maldita asesina! — Los gritos eran ecos en los pasillos, en los cuales Vegeta apenas hacia presencia, su oído captó los pasos a la celda de Bulma, y sabía que había sucedido algo.
Corrió lo que más pudo, logrando divisar a lo lejos a señorita Ox'satán prácticamente corriendo hacia la habitación de la chica, temió en ese momento con gran angustia por la chica, así que al segundo que logró alcanzarla ya era sumamente tarde, la chica se encontraba dentro de la celda, al parecer había robado las llaves de la Oficina de su padre, para luego ir a tratar de ahorcar a la chica de cabellos azules, pues cuando Vegeta se deshizo de su bata y entró, la peli negra se encontraba sobre la chica, para luego ahorcarla y golpear, no permitiendo que se defendiera ya que aún traía su camisa de fuerza.
— ¡Asesina, maldita asesina! ¡Muere! ¡Te odio! — Al ver eso Vegeta rápidamente corrió, logrando atrapar a la chica.
— ¡Súeltala!
Con esfuerzo la alejo de la chica, aún sujetándola por la cintura.
— ¡Déjame maldito, déjame! — La chica se movía con fuerza tratando de soltarse, mientras que por la falta de aire la joven de cabellos azules se encontraba inconsistente, — ¡Voy a matarla! ¡Voy a matarla! ¡Maldita hija de puta! ¡Súeltame! — Los gritos lograron traer a los guardias de seguridad y enfermeros que traían los tratamientos.
— ¡Ayúdenme! ¡Esta loca! — Uno de los guardias tomó a la chica de los brazos, permitiendo que el enfermero logrará inyectar en sus venas aquel líquido transparente, casi en cuestión de segundos el cuerpo de la chica perdió fuerzas, dando así el permiso al guardia de acostarla en la camila que habían traído los enfermeros.
En ese segundo de adrenalina Vegeta rápidamente se acercó a la chica inconsciente, observando su labio partido, nariz sangrante y leves rasguños en su cuello, todo tomó sentido en ese momento, siempre había sido Milk, la loca, la asesina, algo traía que estaba mal, todo el golpe siempre hacia la chica de cabellos azules, ella era inocente, pero no entendía el porqué la llamaba asesina.
— Bulma, — Le llamó, — Hey, mujer, ¿me oyes? Despierta, mujer. — Con dolor, la joven abrió sus ojos con lentitud.
— Cuanta agresividad...
— No entiendo que fue lo que pasó...
— Tampoco yo... — Con cuidado ayudó a la chica a levantarse levemente.
— El joven, Son Goku fue encontrado muerto hace unos minutos, — Aquella voz interrumpió la habitación 2278, pues jamás esperaron que él dueño de esa voz fuera el director Blackwood, era el momento para lograr ver. — Jamás imaginé que mi pequeña enloqueciera de esa forma.
— Presiento que la que necesita tratamiento psicológico es Milk y no Bulma, querido tío.
