— Vamos... necesito que el mago salga...— le decía estúpidamente al anillo.—¿Qué fue lo que pasó ayer? Quiero respuestas
Resoplé. Hablarle a un anillo no va a servir de nada.
Repasemos, el tío ese me dijo estúpida, le seguí la corriente y corrí como estúpida al bosque.
Rodé como bola por una colina...
Me arrastré porque esa luz verde me llamaba...
¡Últimamente todo es verde! La luna, el diamante, la luz...
Y entonces al tocar el anillo, más bien, ponérmelo, el mago apareció y... no lo sé, lo demás fue raro.
Pero ya lo traigo puesto... y nada.
Me lo quité y volví a poner, pero todo siguió absolutamente igual.
Haremos de otro modo. Tal vez funcione, tal vez no... me arriesgaré.
Cerré los ojos, inhale hondo y exhalé unas cinco veces, me concentré en hacerlo, hacerlo bien.
Alcé la mano del anillo a la altura de mi pecho y mantuve la otra un centímetro arriba. Moví un poco mis dedos y comencé a sentir su energía.
Era cálida, poderosa.
Luego cambié mi mano de posición, la extendí verticalmente a un costado, aunque a más centímetros de distancia.
Comencé a sentirlo, la energía brotaba del anillo.
—¿Podrías dejar de hacer ridiculeces con eso?
—MERDE!!— grité, alterada.—Que fais-tu ici!? Qui es tu!? Où êtes-vous entré!?
—¿Eso es francés?— cuestionó arqueando una ceja—. Te he dicho que yo no sé hablarlo. ¿Podrías traducirlo?
¡ES EL MAGO!
—¡Funcionó! ¡Te traje!— aplaudí emocionada.
—Nah, yo vine por voluntad propia.
Fruncí el ceño.—¿Ah sí? Pues entonces quiero que me expliques quién eres, por dónde entraste y qué diablos haces aquí— demandé acercándomele cada vez más.
—Whoa... tranquila, nena— sonrió, aumentando mi furia.
—Responde o no me atengo a las consecuencias— advertí con la mandíbula apretada.
—¿No estás feliz de verme? Tú misma dijiste que querías que viniera, que por cierto, para tu información, no soy mago.
—¡¿Y entonces qué eres?!
Apreté los puños. Estaba asustada, ansiosa, furiosa, desesperada... y sí. De nuevo pasó. Pero esta vez el enemigo fue el mago.
No.
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Save Me ©
RandomMadison es una adolescente que lleva diez años viviendo en un lúgubre orfanato lleno de inocentes niños, todos odiando a la dueña del lugar. Anheló irse desde que llegó, ¿pero qué pasa cuando una familia le cae del cielo y ese proceso de adopción...