Capítulo 1

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(Punto de vista de Cassandra)

Cassy: Jayden, eres un jodido machista de mierda, ni se te ocurra acercarte a mi.

Jayden: Ay Cassy, te pones tan sexy cuando te enfadas...

Cassy: ¡Atras! Tengo un spray de pimienta y no dudaré en usarlo.

Jayden: No vas a...

Saco el bote que siempre llevo en el bolso y que tanto uso para alejar a estos animales que se hacen llamar "hombres" y lo rocío sin piedad sobre su cara. Él empieza a gritar y llorar, lo que aprovecho para pegarle una buena patada en las pelotas.

Abby sale de entre las sombras y empieza a reírse a carcajadas.

Abby: Te está bien empleado por acosarla tan amenudo, ¿te ha quedado ya claro que no quiere ser una de tus strippers?

Sonrio malignamente, aunque normalmente no suelo ser así, al menos con las mujeres. Desde pequeña he desarrollado un instinto defesivo en contra de este género y me pongo mala cada vez que alguno me habla. Sobre todo si es Jayden. Y más aún si es para ofrecerme un contrato como stripper.

Abby y yo nos alejamos sin tan siquiera mirarle. Se lo merece, y bueno, aunque no se lo mereciera ni ella ni yo nos acercaríamos a ayudarle; cada una por sus propios motivos.

Abby: Por fin descanso, hoy ha venido cada tipo a la cafetería... Aunque bueno, alguno que otro tampoco estaba mal.

Cassy: Son todos idiotas, seguro.

Abby: ¡Venga ya! No todos los hombres son malos, algunos no están mal, de hecho, hay quienes están muy bien.

Em: Yo estoy de acuerdo en eso.

Emma aparece del pasillo de la derecha y sonríe pícara.

Cassy: ¿Tu no estabas limpiando? ¿Qué haces con ropa de calle?

Em: Hombre, el uniforme no está mal, pero tampoco es plan llevarlo todo el día. Quién sabe, tal vez el amor de mi vida salga por ese pasillo de ahí y no puede verme vestida de uniforme manchado de limpiacristales.

Abby: Estás como una cabra.

Entramos en el bar, nuestro lugar de descanso, nuestro templo, nuestro lugar para los cotilleos.



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