(Punto de vista de Sandra)
Odio mi trabajo y odio a los niños. No se cómo se me ocurrió aceptar esta profesión para divertir a estos engendros de la naturaleza que salieron de un par de piernas que no supieron mantenerse cerradas más de media hora.
Y mientras sus padres estarán por ahí tomándose unas copas acompañadas de... dejémoslo a la imaginación. Me parece que hoy va a tocar escondite, a ver "si los encuentro".
Sandra: Venga nenes, hoy escondite.
Niña: Yo soy una nena, no un nene.
Sandra: Tu lo que eres es un bicho. Mas te vale que no se te vea el pelo.
Niña: Es que no tengo gorra, me la he dejado en la habitación. Pero puedo hacerme una coleta si quieres.
Sandra: No me vaciles mocosa. ¡NO ME VACILES!
La niña se pone a hacer pucheros y baja la cabeza. Es tan fácil mantenerlos a raya...
Sandra: Venga me la quedo yo. Vosotros esconderos donde os de la gana. El fondo de la piscina podría ser una buena opción. Cuando cuente 100 todos a esconderse.
Me voy a la terraza de la cafetería, que está justo al lado, y me pido un ron con coca cola. Y mientras me lo tomo saco el móvil. Tengo un mensaje directo en twitter, que raro.
"@Mrxxx69: Niña, cierra las piernas que se te escapa el gato."
Otro tío raro. Borro el mensaje y vuelvo a lo mío. A los 10 minutos o así me termino la bebida y me levanto de la mesa, ya que pronto vienen sus padres y no me gustaría que me vieran aquí sentada. Y lo primero que me encuentro es a la niña con unas tijeras en una mano y un mechón de pelo en el otro. Sonriendo con todos los dientes de leche al aire.
Niña: Mira, te he hecho caso. Ya no se me ve el pelo.
Sandra: ¡NIÑA, TU ERES RETRASADA! ¡ME PUEDEN DESPEDIR IDIOTA!
La niña se pone a llorar y a gritar.
Sandra: Dios, que asco de...
Y entonces se me revuelve el estómago y le vomito a la niña en toda la cara.
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El cuenco
Teen FictionSe veían en el instituto pero no hablaban, tras años y gracias al destino se vuelven a reunir en "El Cuenco", el hotel donde trabajan y en el que sus peores pesadillas y sus mejores sueños se hacen realidad. Una historia en la que hay de todo un poc...