Capítulo 6

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(Punto de vista de Jessica)

Llevo mas de 3 horas sin atender a nadie. Me aburro muchísimo, y no me dejan salir del mostrador de recepción a menos que me acompañe alguien. Es ridículo. Me tratan como si estuviera loca pero no es así. Estoy completamente cuerda. 

De repente aparece por fin un cliente. Tendrá unos 20 años mas o menos. Es rubio con los ojos grisáceos, alto y musculoso.

Jessi: Bienvenido al Cuenco, ¿en qué puedo ayudarle?

Desconocido: Mi nombre es Daniel, y me gustaría una habitación simple con vistas a la piscina por favor.

Jessi: Nos queda una libre. Son 50 euros por noche, pero si se hospeda aquí más de un mes la cuota se rebaja un 30%.

Daniel: Podríamos hablar un rato si quieres mientras me traen el equipaje, te veo algo sola. ¿Te ocurre algo?

Jessi: Bueno... dicen que sufro un trastorno mental. Pero eso es falso. Mi mente se encuentra en perfecto estado.

Daniel: Yo no te veo cara de estar loca. Es mas, me pareces bastante atractiva.

Me sonrojo ligeramente. Espero que no se de cuenta de ello.

Jessi: Bueno... muchas gracias. Nunca me habían dicho algo tan bonito.

Daniel: Oh vamos. Eres un ángel te lo aseguro. No me extrañaría que supieras volar incluso.

Suelta una pequeña carcajada y me sonrojo mas todavía.

Daniel: Bueno, tengo que irme. Nos vemos pronto.

Y dicho esto se va por las escaleras. Y yo me centro en lo que él me ha dicho. ¿Soy un ángel de verdad? Eso es algo que debo comprobar. Mi madre siempre me ha dicho que debo seguir mis sueños y ¿quién no ha soñado nunca con ser un ángel?

Cojo la llave de una habitación y subo por el ascensor. Pongo la llave en el lector y entro.

 Es una habitación grande, de la zona de las habitaciones de lujo. He entrado muy pocas veces en ellas. Es hirónico porque soy la que tiene todas las llaves del hotel.

Abro el balcón. El aire me hace cosquillas en la piel. ¿Serán mis alas? Tengo puesta una camiseta ancha de mangas con la que podría planear si esto no sale bien. Así que no me lo pienso mas y me tiro de cabeza.


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