Cerró la puerta lentamente y se recargó en ella. Las imágenes se le vinieron nuevamente a la cabeza y sintió repulsión ¿por una mujer así estaba dejando de lado su felicidad?
Caminó rumbo a su cuarto mientras todo iba cuadrando en su mente.
Marco prácticamente la había obligado a contratar a Ana Rosa, le pidió encarecidamente que ella fuera la presentadora del proyecto, hablaba maravillas de su persona. ¿Y cómo no iba a hacerlo si el mayor inversionista tenía una aventura con ella? Tanta insistencia y preocupación para que entrara a trabajar a la empresa era provocada por Salgado, tal vez Esteban no había tenido nada que ver con su ingreso, meditó.
La última escena observada completaba el rompecabezas... pero ¿por qué Gerardo se prestaba a recomendarla precisamente en la empresa del prometido de Ana Rosa? Y, sobre todo, ¿qué pensaría Esteban de todo esto?
Se quedó en blanco, pero inmediatamente después, desechó la idea. A pesar de los últimos acontecimientos, no sería ella quién le dijera lo que estaba pasando con su prometida. Esteban no merecía el engaño, se recriminó, pero por como terminaron las cosas antes del viaje, prefería mantenerse al margen. El miedo se burlaba en su cara y no quería darle el gusto de fracasar otra vez.
· México
Observaba sin mucha atención los documentos que Lupita acababa de entregarle. Firmó sin muchas ganas y no musitó palabra alguna cuando su secretaria se dispuso a salir. Se puso de pie y comenzó a caminar sin sentido en la oficina. Se le había hecho costumbre repetir esa escena en los últimos días.
No. Definitivamente no podía vivir de esa forma. Recordándola, anhelándola. Encontrándola en cada rincón de su vida. En cada rincón de la oficina.
Su mirada se posó en el sofá y sin querer soltó un suspiro cargado de tristeza. Ahora más que nunca, estaba seguro que María jamás regresaría a su lado.
- ¿Qué pasa jefe, todo bien? - Leonel hizo acto de presencia y durante unos segundos se sintió ignorado - ¿Qué pasa Esteban? Has estado muy raro últimamente, te ves perdido.
- Me voy a casar...
- Lo sé - admitió Leonel notablemente confundido - estuve en la fiesta de compromiso. Bueno, para ser exactos cientos de personas estuvimos en esa fiesta - Esteban hizo cara de fastidio. Todo se le estaba yendo de las manos.
- En la boda habrá más gente - Leonel asintió con un movimiento de cabeza - ¿Sabes? Cuando me casé con María todo fue distinto - dijo pensativo - a ninguno de los dos nos importaba hacer la gran boda. Ella sería mía y yo suyo. Era lo único que nos importaba.
- Pero fue una gran boda - dijo entre risas Leonel - había muchísima gente.
- Si, pero para mí, sólo estaba ella entre la multitud... Aún sigue estándolo. - Leonel lo observó intentando descifrar lo que venía, después de unos instantes, la mirada de Esteban cambió - Nuestra primera boda.
- La primera y la única, hasta el día que te cases con Ana Rosa y ella con Enrique.
- ¡Y un demonio! - el semblante de Leonel cambió. La determinación en sus palabras lo puso alerta.
- ¿Esteban?
- Elegí casarme para toda la vida con esa loca mujer - dijo decidido - Si debo tener más de una boda, será con ella, no pienso dejar que se libre tan fácilmente de mí.
· Avión [Múnich - México]
Para suerte de María eran compañeras de asiento.
En el viaje de ida sus lugares estaban alejados, pero el destino se empeñó en dejarlas juntas justo ahora que María sentía un incontrolable desprecio por Ana Rosa.
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Una Vida Atrás
Fanfiction¿Qué pasa cuando te reencuentras con la mujer que amaste una vida atrás? Hace siete años ocurrió todo, ellos se divorciaron... No importó en lo absoluto haberse amado tanto, tener dos hijos y una familia perfecta... Aquella noche ella entró en esa...