cadenas de muerte (Camren)

Desiciones

Después de toda la explicación que me dió el médico comprendí que debía decirle a Camila, no podía engañarla y si ella tomaba la decisión de dejarme, yo no tendría nada para detenerla.

Fui hacia el elevador y presioné el botón hacia la planta del estacionamiento, cuando depronto entró otro hombre, muy bien vestido, lucía cómo alguien importante.

–Buenos días— me limité a decir

–No creo que sean tan buenos para usted— me gire a mirarlo con cara de extrañeza y el me sonrió

—Realmente no lo son— Dije agachando la cabeza, tal vez se notaba demasiado lo mal que me sentía en ese momento

—Lo haz perdido todo— me dijo en un tono bajo

—¿Cómo lo sabes?—

—Lo se porque soy tu solución— dijo muy seguro

—Nadie puede ayudarme— En ese momento sentí como el elevador se detenía y la luz se apagó

—Yo puedo, puedo curarte, podrás hacer lo que quieras de tu vida, tendrás salud y todo será como lo soñaste— no lograba verlo demasiado, solo por una luz roja que se encontraba en el techo,  sentía frío y estaba mareado

—¿Cómo lo harás?— dije buscándolo

—Dejalo en mis manos, solo debes aceptar— El tono que usaba era seguro, fuerte, inspiraba un poco de miedo

—¿A que precio?—

— El que sea, no creo que valga más que tú vida—

—Mi esposa— Quise hacer notar que no daría algo de ella pero me interrumpió

—No voy a tocarla lo prometo— logré ver qué estiró la mano hacia mi, como forma de cerrar el trato

—¿Quien eres?—  Dije subiendo la mano para apretarla

—La muerte que ahora te ha devuelto tu vida— apretó mi mano y sentí como me desvaneci.

Comencé a escuchar sonidos como de un hospital y dos voces, una parecía de un hombre y la otra... La otra era Camila, abrí los ojos al reconocerla y la vi correr a mi lado.

—¿Camila?— dije con un hilo de voz

—Hola amor, ¿como estás?— dijo mirándome fijamente

—Bien, ¿que ha pasado?—

—Te desmayaste en un elevador de tu trabajo— me dijo preocupada

—¿De mi trabajo?—

—Si, de tu trabajo, fuiste a dejar unos papeles y el elevador se descompuso, te dio un leve ataque de pánico y te desmayaste—

—Yo, no entiendo—

—te hicieron análisis y el doctor ya nos dijo todo—

—Todo?—

En ese momento entro el doctor con una hoja en la mano.

—Afortunadamente usted goza de una muy buena salud señor y esto solo fue causa de una pequeña sofocación, pero se nota que ah estado bajo un poco de presión, así que solo vamos a controlar eso, alimentarse bien y dormir sus horas es lo único que necesita, pero unas vitaminas tampoco le vendrían mal.

No entendía lo que pasaba, hace apenas unas horas parecía que había perdido todo y ahora? Realmente todo estaba bien?.

Salimos del hospital, me sentía perfecto, pero extraño.

Transcurrió un mes, logramos la luna de miel, fuimos a una hermosa isla en Hawaii, todo parecía sacado de un sueño.

Al volver nuestra vida continuo normal hasta que una mañana Camila se levantó a hacerme el desayuno y de pronto la vi correr al baño, escuché lo que pasaba dentro y al salir solo me miró con los ojos llorosos.

—Creo... Creo que estoy embarazada— me dijo con un hilo de voz

No soporte más y la levante en el aire, pero la baje de inmediato pues no quería lastimarla, cancele lo que tenía para ese día y la llevé al hospital.

—POSITIVO CAMILA, ES POSITIVO!— Dije tomando el papel en las manos, la besé y bese su barriga, ahora sabía que nada podría estar mal, tendría una larga vida al lado de la mujer que amo y ahora también una pequeña versión de nuestro amor.

—Te amo— le dije mirándola a los ojos

—Y yo a ti— contestó tomando mis manos

Avisé a algunas personas en el trabajo y decidí hacer una reunión para celebrar y anunciar la llegada de nuestro hijo.

Camila se venía muy feliz y como siempre Dinah me ayudó a hacer gran parte de las cosas, bueno, realmente ella hizo todo, no me dejaba escoger a mí porque decía que mi estilo de la moda era un asco.

La reunión comenzó y llegaron los invitados, muchos sin saber que hacían ahí realmente.

Vi a Camila salir al jardín con Dinah y otras chicas y yo me fui con Dann y otros de la oficina.