Recuerdos que duelen

2K 111 7
                                    

–Mierda se me hace tarde, debe de estar todo impecable para cuando llegue Lolo—

Era el día nuestro aniversario y mis padres habían salido de casa por un compromiso familiar, así que fingi tener demasiada tarea para que me dejarán sola en casa.

30 minutos más tarde estaba todo listo y arreglado, lo único sucio era yo, tenía exactamente 28 minutos para alistarme antes de que llegara Lauren, entre al baño y me duche lo más rápido posible, me puse un vestido rojo corto que sabía que le gustaría.

Estaba terminando de peinarme cuando sonó la puerta, baje rápido y abrí.

Ahí estaba, hermosa, radiante, preciosa... Con una camiseta de futbol...

–Estas... Estas muy arreglada, crei que solo estaríamos en casa—

–Si, lo estaremos, pero quería sorprenderte y hacer algo lindo—

–¿Me tengo que ir a cambiar?—

—No, no, así estás perfecta... Tu siempre te ves perfecta—

Tomé su mano y camine hacia el comedor, había pedido la comida en un restaurante bonito, ya que realmente sabía que no podría cocinar algo tan bueno... O algo comestible por lo menos.

–Estaba muy rico todo, gracias— Dijo Lau terminando de comer

–De verdad te gustó?—

–Muchisimo, gracias de verdad

Limpie un poco la mesa y después fuimos a la sala para que le diera su segunda sorpresa.

–Compre esto porque desde que lo ví pensé en ti... Realmente siempre pienso en ti, pero te vi tanto en el que quise regalartelo—

Saque un estuche pequeño y se lo di, dentro tenía un collar con una cruz negra y pequeños broches color plata.

–Es precioso—

–Puedo ponértelo?—

–Claro, me encanta, es tan... Tu— Sonrío al escucharme y movió la cabeza afirmando, terminé de ponérselo y le di un beso corto en los labios

–Yo también tengo algo para ti—

–¿Encerio?—

–Por supuesto, ¿creías que no te daría nada?—

–Sabes que no es necesario, a mi me basta con tenerte a ti—

–A mi también, pero déjame consentirte—

Alcanzó su bolsa, y metió la mano en ella sacando de ahí un osito de color blanco con un brazalete color oro en su cuello.

–Me encanta!!!—

Me abalanze sobre ella y comencé a darle picos en la boca y toda la cara

–Te amo—

–Yo también te amo Lau—

Continuamos besándonos y acariciándonos, me recosté un poco sobre ella, enrede mis brazos sobre su cuello y ella sostenía mi cintura, de vez en cuando entre abría un poco más su boca dejándome sentir su lengua y haciéndolo más profundo.

Nuestras respiraciones se escuchaban muy agitadas, pero creo que el sonido más fuerte en esa habitación era el de nuestros corazones palpitando a la par.

Era como si cada uno quisiera salirse de nuestro pecho para ir en busca del otro.

Se sentía bien, se sentía correcto, sabía que ese era mi lugar, quería estar con ella... Debía estar con ella.

cadenas de muerte (Camren)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora