cadenas de muerte (Camren)

Un día mejor

Mi madre me despertó en la mañana para ir al colegio, siempre me había costado mucho levantarme así que tardé un poco en poder abrir los ojos.

—Lauren, date prisa el desayuno ya está listo— escuché gritar a mi madre

—Ya voy mamá— me di una ducha rápida y despues me vestí

Baje las escaleras y me encontré con mi hermano, saludé a Chris, tome mi lugar y me dispuse a desayunar, poco después subí al auto de mamá junto a papá y nos fuimos a la escuela, al llegar papá se despidió de mi y yo me fui a mi aula, pero antes de llegar me topé con alguien.

—Hola Lauren— me dijo con una sonrisa

—Hola Camila— se la devolví

—¿Ya vas a entrar a clase?—

—Si, se supone que si— dije mirando mi mochila

—Bueno... Yo... Solo quería agradecerte otravez, por lo de ayer, pude buscarte problemas con el director y con tu papá—

—Espera... ¿Cómo sabes que es mi papá?— dije lo último mirándola a los ojos

Camila sintió la mirada de Lauren muy cerca y de inmediato se puso nerviosa y no era para menos, esos ojos verdes eran tan hermosos, podías perderte en ellos tan fácilmente.

—Esque... Tu...tu...tu...el... Apellido... tienen...el...si...mismo—

—¿El que de que?— me reí al escucharla

—Tu y el tienen el mismo apellido— dijo cerrando los ojos consentrandose

—Ah, bueno si... Supongo que era un poco lógico—

—Si, lo es, es bueno, pero no le entiendo mucho la verdad, no soy buena haciendo cuentas y eso— rodo los ojos de una forma muy linda

—Yo estoy obligada a ser buena— reí —pero cuando quieras puedo ayudarte con eso—

—Enserio?— pego un brico —No, perdón, ya sería demasiada ayuda—

—No pasa nada, me gustaría mucho ayudarte con eso—

—Entonces acepto, podríamos vernos después de clases—

—Claro, podríamos ir a mi casa y estudiar allí—

—Me encantaría—

Platicamos un rato más hasta que la profesora llegó y me hizo entrar a clase.

A la salida busque a Camila de camino al auto y la encontré tomando su bicicleta.

—Camz!— giro a verme con una cara de duda

—¿Como me dijiste?-—

—Ammm... Camz, ¿no te gusta?— dije bajando un poco la mirada

—Me encanta— sonrió y me acomodó un mechón de pelo detrás de la oreja

—Subiremos tu bici al auto para ir a mi casa, avisaste a tus padres?—

—Si, ya lo hice— tomo su bicicleta y caminamos al auto

Mi madre ayudo a subirla a la cajuela y después entramos

—Que lindos ojos tienes Camila— le dijo mi madre mirándola por el retrovisor

—Gracias, aunque son bastante comunes señora Jauregui, no como los de su hija-—

Me sonroje de inmediato y mire hacia la ventanilla, mi mamá continuo hablando con ella, le preguntó cómo se llamaban sus padres y algunas cosas más, le encantó el que también fuera cubana y le dijo que talvez algún día viajaríamos todos juntos allá.

Llegamos a la casa y bajamos del auto, entramos a la sala y le dije a Camila que iría a preparar todo en mi habitación para que estudiaramos.

Después de un rato y de acomodar mi habitación para que se viera que una niña y no un vago dormía ahi le dije que ya podía subir.

—Es una casa muy linda Lolo—

La mire un tanto intrigada y sonreí

—Ahora ambas tenemos un apodo para la otra— asintió con la cabeza y se sentó en mi cama

Estudiamos un largo rato hasta que fuimos interrumpidas por mi mamá al decirnos que ya teníamos que bajar a comer.

Después de un rato Camila nos dijo que ya tenía que irse, su madre llegó por ella y se fue.

Así continuamos unas dos veces a la semana Camz iba a mi casa a estudiar, aunque realmente siempre terminábamos jugando o hablando de varias cosas y por la tarde su madre la iba a recoger, después comenzó a llevarse muy bien con mi madre y se quedaban hablando un poco más de tiempo.

Nos hicimos muy cercanas, también conocí a su padre, Alejando Cabello, un hombre realmente amoroso con sus hijas, así es Camila tenía una hermana llamada Sofía la cual comenzó a ser muy amiga de mi hermano

A veces los fines de semana nos reuniamos en mi casa o en la suya para comer jugábamos y nos divertíamos

—Lolo, ¿te gusta algún chico?—

—No, ¿Y a ti?—

—Creo que no... Hay un niño, en mi clase de inglés, es muy lindo y tierno, y me ha invitado a su casa—

—¿Y que le dijiste?— me senté en la cama para escucharla mejor, ella permaneció acostada mirando hacia el techo

—Que lo pensaria— suspiré

—Si consigues novio... No dejaremos de ser amigas cierto?—

—¿Que?— se sentó igual que yo —Jamas dejaremos de ser amigas Lauren, siempre estaremos juntas pase lo que pase—

—¿Me lo prometes?— agache la cabeza

—Te lo juro— me envolvió en un abrazo y así nos quedamos un largo tiempo, se sentía tan bien estar asi, era como si nadie pudiera hacernos daño.

Lástima que el daño nos lo hicimos nosotras mismas.