Un nuevo comienzo [Banana fish]

Cap V

—Fue muy egoísta de tu parte... — murmuro el pelinegro aún molesto, pero no pudo evitar abrazarlo, la felicidad era más grande que el enojo

—Lo sé, pero realmente no quería que pasaras por lo mismo de hace unos meses—  se separó y se quitó sus lentes secando sus lágrimas

—Y tu, Shorter, no puedo creer que hayas participado en esto, incluso me mentiste cuando te pregunte si Ash había muerto — fruncio nuevamente el ceño y miro al pelimorado

—De cierta manera era lo mejor... Y bueno tu visita fue algo de imprevisto, y fue la única solución, el mismo día en que llamaste Ash despertó del coma... —

—Si así fue, ¿por qué no me lo dijeron? —

—Ya te dije, tenía que eliminar todo peligro, quería poder estar contigo sin preocupaciones— el rubio tomó el brazo del pelinegro y lo giro hacia él, seguido de ello acarició la mejilla de éste —Por favor entiendeme, no podría soportar que algo te pasará como la última vez que estuvimos juntos—

El pelinegro sonrió ligeramente ante aquella caricia y asintió ligeramente —Yo dudaba en que estuvieses muerto... Pero shorter siempre me lo negaba, hasta ayer... La última vez que le pregunte sobre ti, pude ver que mentía, además de que se puso nervioso—

El rubio miro al pelimorado con el ceño levemente fruncido —Bueno, eso ya no importa, ahora estamos juntos —

—Si... Pero, el trabajo solo es temporal, estaré aquí alrededor de 6 meses, después me iré — murmuro —¿Aceptarias irte conmigo a Japón? — sonrió con los ojos cristalizados

¡Bang! ¡Bang! (Ahkhedijeron ya se murió, no, solo fueron balazos al aire xd) el rubio abrazo al pelinegro y camino escondiéndose en los escalones de la Biblioteca mientras el pelimorado correspondía los balazos, ocultándose junto con la pareja

—Eiji, ve dentro de la Biblioteca, nosotros nos encargamos— susurro el rubio al oído del japonés

—No, no quiero dejarte solo— negó desesperado ante la situación

—Hazlo, te prometo regresar— sonrió tratando de tranquilizar al contrario

—Ve Eiji, me encargaré de que Ash regresé— intervino el pelimorado

—De acuerdo— sigiloso se dirigió a la entrada de la Biblioteca, ingresando y tratando de calmarse, sorpresivamente alguien llegó por atrás y colocó un pañuelo en su nariz, segundos después el pelinegro se comenzó a sentir somnoliento, desmayandose

Afuera de la Biblioteca...

—Ash comienzo a quedarme sin munición— comentó el pelimorado

—Yo igual, vine equipado pero no para un atentado de este grado— vieron como el auto junto con una camioneta se retiraban, las calles se quedaron silenciosas

—Parece que se han ido... —

—Así parece... Vayamos por Eiji, no es seguro — ingresaron a la Biblioteca y buscaron al pelinegro sin obtener respuesta, preguntaron a la encargada y a algunos que se encontraban dentro, nadie había visto a aquel japonés —¿¡Dónde esta!? — cuestionó exaltado

—Relájate debe estar escondido en algún lado—

—No, ya buscamos por todos lados y no aparece... — fue a la mesa donde suele estar y encontró una carta

Esto era lo que decía la carta:

Tu adorable japonés esta bajo nuestro cuidado, si lo quieres de regreso ve al lugar donde murió Skip, ven tu solo, si no es así nos encargaremos de divertirnos con tu amigo. Nada de armas, solo tú.

Después de leer la Carta el rubio fruncio el ceño y arrugó aquel papel, se sentó y se quedó pensativo.

—¿Que decía el papel? — pregunto con intriga el pelimorado

—Tienen a Eiji... — murmuro con la voz temblorosa —Quieren que vaya a donde murió Skip, yo sólo sin armas—

—¿Y que piensas hacer? —

—Obviamente iré, tengo que sacarlo de ahí... Tengo que apurarme — se levantó de donde estaba y salió de la Biblioteca, comenzó a caminar con dirección al lugar donde lo habían citado

—Espera — lo detuvo —¿Enserio pretendes ir sin armas? Ash, se que quieres sacar a Eiji de ahí lo más pronto posible, pero no estas pensando, formemos algún plan para que salgan ilesos—

—Si no hago eso pasará por lo mismo que yo... —

—¿A que te refieres? —

—En la Carta también decía que si no cumplía con eso, Eiji pasaría por lo que yo he pasado— murmuro con la mirada hacia el suelo, estaba preocupado, desesperado, enfadado tantas emociones no le permitian pensar con claridad, el contrario tenía razón no podía ir así sin más, debían tener un plan

—Ya veo... Si armamos un plan en el cual logremos que no le hagan nada a Eiji, estaría perfecto para ti y para él... — comentó el contrario pensativo

—Solo hay que apurarnos en armar el plan... — camino hacia donde estaban residiendo en ingresaron al lugar se sentaron en los sillones y comenzaron a armar el plan