Cap VIII

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—A-ash

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—A-ash... — murmuro el pelinegro separándose del mencionado, sus mejillas estaban ruborizadas

—Eiji— sonrió y acarició una de sus mejillas —Gracias por estar conmigo—

—Te lo dije, ¿no?... Que así el mundo se volviera en tu contra, yo estaría a tu lado— correspondió aquella sonrisa y sobrepuso su mano sobre la del rubio

—Gracias— beso su mejilla —Hay que apurarnos para poder regresar—

—Mmm, Ash, ¿quieres quedarte solo esta noche? D-digo p-para que no sea en vano el gasto del hotel... S-sirve que así descansamos y mañana recogemos todo con calma— rasco su nuca con nerviosismo

El rubio soltó un par de risillas al ver la actitud del japonés —Claro, se ve bastante cómodo aunque... Solo hay una cama— sus mejillas se tiñeron de un ligero rosa al pensar que compartiría cama con el pelinegro

—Oh... C-cierto, b-bueno, ¿quieres compartir la cama conmigo? —

—Si no te importa— se acercó al pelinegro —Relájate, estas sudando— comentó entre risillas secando la gota que corría por la frente del contrario

—A-ahhh~— su rostro se tornó rojo —Hay que dormir— sonrió nervioso y fue a buscar algo de ropa, saco alguna para el rubio —T-toma— le dio una pequeña muda

—Gracias— aun divertido por la actitud del pelinegro, solo para molestarlo más acarició las manos de éste al momento de tomar su ropa, miro las facciones del japonés y vio como su rubor se intensificó

—C-cambiate— desvió la mirada nervioso

—Si si si— sonrió y se retiró su chaqueta seguido de ello se quitó su camisa dejando así su torso descubierto

—¿Q-que haces? — le lanzó una almohada

—¿Que? — un tanto desconcertado al recibir el almohadazo

—¡N-no te desvistas aquí! — miraba hacia otro lado

—¿Por qué? — se acercaba de a poco al pelinegro

—Es vergonzoso... C-como si fuéramos a hacer otra cosa... — murmuro lo último tras decir eso no sabía donde ocultar su rostro

—¿Como si fuéramos a hacer que? — se colocó delante se el y lo miro curioso

—¡Nada! — tomó la otra almohada y cubrió el rostro del rubio —S-solo ponte la playera que te di—

—Esta bien — se alejó divertido, cuando vio que el pelinegro se había tranquilizado se abalanzó contra él —¿Te molesta que este así? — cuestionó refiriéndose a su torso descubierto

—A-ash... — miro la cicatrices que tenía sobre todo la reciente, paso sus dedos sobre la que resaltaba más un toque suave, lágrimas se desbordaron

Un nuevo comienzo [Banana fish]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora