001

287K 24.7K 47.4K
                                    

Hikimori Company.

El café en la taza estaba caliente; el vapor saliendo lentamente, haciendo espirales con una danza que desaparecía en unos segundos. Era oscuro, como ese día, y no lo culpaba; después de todo estaban a finales de otoño; el invierno acercándose con sus lluvias de nieve y copos para pintar las calles, edificios y todo en general dentro de no muy poco.

Había terminado una cita y se había dirigido hacia su cafetería favorita; Cake Blue.

Hacía un poco de frío, así que llevaba su chaqueta negra junto a un gorro mientras miraba el cruasán frente a él. Estaba un poco mordido; no tenía mucha hambre.

"¿Desea más café?" preguntó Hanna, una de las camareras que siempre le atendía; ella era dulce y muy amable.

Jungkook miró su taza y luego a la chica antes de contestar. "No, realmente no, gracias" respondió con otra sonrisa amable y ella asintió antes de girarse para atender a otras personas.

La cafetería estaba algo vacía por la hora. En realidad, Jungkook aprovechaba esa hora para tomar su desayuno porque no le gustaba la cantidad exagerada de personas. Además, odiaba esperar y no estaba dispuesto a esperar una hora a que una mesa se despejara para tomar un desayuno de 20 minutos.

Sí, Jungkook también era calculador y muy puntal; ni un minuto menos, ni un minuto más.

Sin embargo, el ser muy organizado le había ayudado para poder llevar su trabajo y sus estudios al mismo tiempo. La única desventaja que su familia encontraba en su empleo era que no pudiese tener mucha vida social.

Jungkook pensaba lo contrario.

No tenía muchos amigos, solo a unos tres que eran verdaderos y con eso le bastaba. A Jungkook no le gustaba relacionarse tanto; lo veía innecesario, si él pudiese ser un ermitaño, lo sería, sin pensárselo.

¿Parejas? ¿Amor? ¿Creía en ello? Sí, él creía que el amor existía pero que era muy difícil encontrarlo.

Había tenido un par de novios, un chico y una chica, que lo habían terminado al no recibir el tiempo y la atención necesaria.

Jungkook odiaba eso.

Jamás había sentido más que atracción sexual y un poco de cariño a esas dos personas, y el hecho de no haber durado más de dos meses, la ruptura no le había dolido en lo más mínimo. Entonces, ¿qué odiaba?

Odiaba a las personas intensas que no entendían que le importaban demasiado sus estudios. Jungkook necesitaba graduarse, quería hacerlo. Y, luego de aquellas dos personas, se dio cuenta que la mayoría de las personas creían que tener un novio o una novia era solo besos, cariños y, a veces, sexo. Que, si no pasaban las 24 horas juntos, significaba que no lo amas. Que, si no les contestas por dos horas es porque has dejado de quererlos.

Jungkook jamás había encontrado a alguien que fuese paciente y que entendiera que él está estudiando y trabajando al mismo tiempo.

¿Por qué no dejar el trabajo? Porque necesitaba el dinero, y lo que hacía era ganar dinero de manera muy fácil.

Eso sí, no cualquiera podría hacer lo que él hacía.

Era un trabajo complejo, grande y algo escondido; uno donde no podías tener lástima, ni involucrar tus sentimientos ni tener sexo con tus clientes.

Hikimori Company, una empresa de origen japonesa con diferentes sedes en toda Asia, no era tan conocida, pero ganaba mucho dinero. Era de ahí donde provenían sus ingresos y le ayudó bastante a tener todo lo que ahora poseía.

Hikimori ❤️ KookTaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora