008

176K 20.3K 32.2K
                                    

Un pequeño error.

Jungkook entró a Cake Blue con su usual rostro. El local estaba un tanto vacío, justo como a él le gustaba. Su mesa estaba vacía, esperándole como cada mañana. Sin embargo, se detuvo un poco al ver la decoración interior del local; al estilo Halloween. ¿Ya se acercaba esa fecha? Significaba que pronto, en noviembre, estaría en sus parciales finales para luego salir de vacaciones.

Vacaciones. Esa palabra era tabú para él. No lo entendía; no eran nada especiales, con la diferencia que no iba a estudiar, pero incluso en esos días, a Jungkook le gustaba trabajar. No. No es que le gustara. Simplemente no quería estar en su casa pensando demasiado en su vida y ese vacío que sentía al meditar tanto acerca del sentido de todo.

¿Extrañaba a sus padres? Un poco, a veces. Aunque la relación con ellos jamás fue muy buena; eran mundos diferentes. Demasiado. Junghyun, su hermano mayor, era contrario todo lo contrario a él y vivía su vida despreocupadamente, sin planes, simplemente viviendo.

Y Jungkook no le juzgaba, simplemente no lo entendía, ¿cómo podía seguir de pie sin alguna agenda?

Sus padres, como hemos dicho antes, son un mundo completamente diferente a él. Tenían una forma de pensar y actuar muy extraña. Ellos eran extraños; actuaban totalmente fuera de su edad. Jungkook era más maduro con respecto a ello. Jungkook siempre pensó en obtener un empleo para costearse la universidad, pero ellos insistieron que el estudio no era necesario.

Claro, en un pueblo dentro, pero alejado de Busan, claro que no servía.

Pero Jungkook no quería quedarse ahí; se desesperaba. Se desesperaba con la idea tonta de sus padres empujándole a cortejar a una linda chica o a un bello doncel. Lo presionaban para contraer matrimonio antes de tiempo y tener hijos.

No lo quería.

Sabía que había personas que querían una familia y otras que no, y eso estaba completamente bien. Pero él no quería obligarse a formar una familia por la presión de ellos. Así que había abierto sus alas, y había volado sin dudar hacia un nuevo mundo como lo era la gran ciudad de Seúl.

Tenía que admitirlo; los extrañaba, pero iba a verlos en vacaciones por unas dos semanas y les hablaba todos los fines de semana. Su hermano era el que más insistía con mantenerse contacto, cuando le contestaba le reclamaba a gritos.

Jungkook creía que era adoptado.

"Buenos días, señor Jeon" saludó una dulce voz y él miró hacia Hanna y alzó una ceja al ver su traje. "No te burles."

"No he dicho nada" dijo alzando un poco sus hombros y la miró de forma detallada; era un vestido al estilo bruja y en su cabeza un gorro del mismo estilo. "¿Dónde está la escoba? ¿Estacionada atrás?"

"Sí, hace dos semanas saqué la licencia para poder manejarla. Harry Potter te hace creer que es fácil, pero es una pesadilla los primeros días" ella dijo siguiendo la broma y Jungkook sonrió, una verdadera sonrisa. "Bien, ¿lo mismo de siempre o prefiere algo nuevo?"

Jungkook se inclinó en la mesa para ver la estantería de postres detrás de ella. "Un pie de manzana estaría bien" comentó volviendo a su lugar y luego la miró. "Tráeme también un café cortado."

"Vale" ella dijo apuntando todo. "Lo traeré dentro de 20 minutos" informó antes de girarse en sus talones y caminar hacia las baristas que estaban preparando todo.

Jungkook tomó su celular para leer las noticias que estaban pasando durante esa mañana y recibió un mensaje de Jeonghwa. Lo abrió encontrando una foto de su mejor amiga.

Hikimori ❤️ KookTaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora