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CAPÍTULO NUEVE, ❪i'm no angel!❫
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ME LEVANTÉ CUANDO vi que Mal salió a toda prisa de mi habitación, haciendo que él solo gruñera, lo ignoré. Tome rápidamente mi ropa y me vestí; al darme la vuelta Ben ya no estaba sobre mi cama, la habitación estaba vacía. Por lo que corrí a la primera planta, encontrarme con la escena de Mal siendo acorralada por el castaño-rubio y éste le sujetaba fuertemente su brazo.
Apreté mis labios y entrecerré los ojos; no, no había celos, sino rabia porque podía ver lo dolida y temerosa que estaba Mal. Cosa rara en ella ya que era la más ruda del grupo junto con Lonnie.
—Suéltala o te romperé los huevos.
Benjamin giró su cabeza hacia mi mirándome atento, la soltó para después caminar donde mi y tomar mi cintura; lo alejé con rapidez y fui donde mi mejor amiga.
—Mal, por favor déjame explicarte... —trate de acercarme a ella y tomarla por el brazo, pero lo aparto antes de que pudiera hacerlo.
—¡No me toques! ¡No tienes idea del asco que siento por ti ahora! —las lágrimas amenazaban con salir de sus ojos, y sabía que por más dolida que estuviera, Mal jamás mostraría ese lado suyo frente a los demás—. Lo espera de Ben, pero no de ti. Creí que eras mejor que esto, creí que eras alguien buena, creí que eras un ángel. Pero ya veo que todos hemos estado ciegos durante años.
Sus palabras fueron como cuchillos a mi ser, dolía que viniera de ella, pero no podía negárselo. Mal estaba en todo su derecho de querer gritarme todas mis verdades en la cara.
—Tiene razón M, nosoy un ángel. He estado todo el tiempo fingiendo ser quien no soy, dándoles una idea equivocada de mi —mi voz se oía cada vez más rota al tiempo en que las lágrimas se apoderaban de mis ojos—. Yo... solo... —suspiré, derrotada—. perdóname.
Agaché mi cabeza arrepentida. Esperaba que ella me lanzara una merecida bofetada, pero aquel golpe jamás llegó.
—Jodete —por la forma en la que lo había dicho, supuse que tenía su mandíbula tensa y sus dientes apretados—. Y en cuanto a ti... —la pelimorada ahora tenía su mirada sobre el chico de ojos verdes. Se alejó de mi para caminar donde Ben y levantar su mano dejando que cayera en la mejilla de éste.
Aquello me sorprendió bastante, pues Mal no era de recurrir a los golpes.
—Espero que te pudras... —le dijo mientras él recobraba su postura.
Todo lo que vino a continuación fue en cámara lenta, pude ver como el príncipe levantaba su mano dejando que impactara contra la mejilla delicada de mi mejor amiga logrando que ella cayera al suelo. Cuando reaccione Ben estaba sobre la chica tomando con fuerza sus brazos y muy cerca de su cara; Mal miraba todo asustada y sorprendida, esto era demasiado raro. Negué rápidamente saliendo de mi trance y lo primero que hice fue dar una fuerte patada contra el haciendo que cayera a un lado de mi mejor amiga gimiendo ante el dolor.
—¡Me las pagarás maldita zorra! —gritó mirando a Mal haciendo que quedara más confundida que antes; yo lo había golpeado, no ella. Sin más que escuchar, decir o hacer tome la mano de la pelimorada. Corrimos a su habitación, lo primero que hicimos fue poner el seguro.
¿Recuerdan cuando les dije que Benjamin era una bestia en la cama? Pues estaba equivocada. Él es una bestia de persona, un jodido loco.
—¿¡Pero que mierdas le pasa a ese idiota!?
—No lo se... —jadeé—. pero hay que pedir ayuda.
—Llamaré a Jay...
Su voz ahora si estaba rota, en eso empezamos a oír como Ben subía la escalera haciendo que mi sangre se congelara.
—¡Hazlo ahora! —grite al escuchar como se acercaba cada vez más. Lo hacía con lentitud, queriendo torturarnos.
Un sonido siendo arrastrado contra la pared me hizo tensarme; un metal, metal... ¡un cuchillo! Mal me miró asustada mientras hablaba con Jay desesperadamente pero todo en pequeños susurros; y entonces recordé a Harry.
Tomé mi celular con rapidez y le marqué. Al segundo toque, el pirata contestó.
—Necesito que vengas a la casa ahora, por favor —empecé a llorar, él cada vez se estaba acercando más—. Ben se ha vuelto loco, ¡está subiendo con un cuchillo!
—¿Qué? Oh Evie, no estoy para tus bromas —rió bajo y sollocé más fuerte.
—¡Joder! —susurré más fuerte que antes—. Golpeó a Mal, ella esta llamando a Jay ahora mismo para que venga pero necesito más ayuda, Harry te lo ruego... ven con Carlos, por favor.
Entonces el sonido de sus pasos se detuvieron aún lejos, la fuerza con la que caminaba nos asustaba de una forma fuera de lo común, pero se detuvo.
—Se está acercando —susurré, todo lo había dicho en susurros; temía que él nos escuchara aunque con lo fuerte que caminaba capaz su propio ruido hacia que nuestras palabras fueran cortadas.
—Voy ahora mismo, pero Evie... si esto llega a ser una broma jamás te lo perdonaré.
—Te veo acá.
Colgué para ir donde Mal y abrazarla con fuerza.
—Él nos matará... —susurró en un sollozo y por primera vez ella fue la indefensa—. Todo esto en realidad es mi culpa. Evie jamás debí decirle que era un loco por estar haciendo esto —entonces mi sangre se heló.
—¿De que hablas?
—Yo ya sospechaba que algo pasaba entre ustedes, aún no tenía pruebas y no lo quería aceptar. Ya le había prohibido que se acercara a ti, y una vez más lo hice allá abajo... se volvió loco, me dijo que eras suya, que jamás te dejaría por nada del mundo, que sería capaz de matar por ti —abrí mas mis ojos, mi mejor amiga sabía desde antes la verdad; y fue cuando entendí que el ojiverde no me dañaría a mi, sino a ella... a ella por querer separarme de él.
Y caí en mi realidad, Benjamin siempre estuvo obsesionado conmigo.
