Y si tan solo te hubieras parado a mirar, a mirarme, a mirarnos, te hubieras dado cuenta de que nuestra magia no se trataba de querer se trataba de estar,
Y eso, cariño mío, era mucho más importante que cualquier cosa,
Y no te lo digo ahora en forma de reproche, no soy yo la indicada para hablar, pues bien, la cagamos.
Así en plural porque fuimos las dos.
Entonces aún sabiendo de nuestros errores, volvemos a fallar, como el estúpido ser que tropieza con la misma piedra una y otra vez hasta que un día, se cansa y ya no camina más...
Creo que hoy te debo una explicación y un simple perdón, bien aquí va:
Siento no haberte valorado tanto como merecías, solo te ofrecí las estrellas sabiendo que había un puto universo, pero tan poco me puedo culpar, no es de mi propiedad, tal como tú nunca fuiste Mia y yo jamás fui, no seré tuya.
Jamás quise hacerte daño, y aún así me permití dolerte, una vez más, lo siento, te quise de la manera más pura que sabía, aún sabiendo que eso no estaba bien, te quise como se quería antes, te quise BIEN, bueno y te quiero bien, te quiero como se quieren en los cuentos, sin malicia, sin lujuria, solo el más pasional amor de una adolescente enamorada.
Y ahora recapacito, te fallé aún jurándote que nunca lo haría, lo siento, no quería romper mi promesa sellada en tus labios ese día de marzo.
Solo te pido que si algún día, por "x" motivo, sí nos volvemos a encontrar, sí nos volvemos a mirar, sí nos volvemos a tocar, sí nos volvemos a besar, te prometo y está no es una promesa vacía, te pienso cuidar.
Porque no hay amor más sincero que lo que yo por ti estoy sintiendo y aunque el sentimiento ya no es correspondido, siempre serás la reina de mi castillo, la que se quedó con mi corazón, y yo como triste marioneta esperando a tu vuelta
Creo que coincidimos en algo, que jamás fuimos perfectas, que no todo fue blanco ni negro, que la escalas de grises siempre fue en aumento,que jamás hubiera dejado que nuestra historia se convirtiera en algo cliché de color rosa, porque odio el rosa, que siempre fuimos perfectamente imperfectas, que no éramos nuestras medias naranjas porque ya éramos una naranja entera.
Éramos y ya no.

~Temari~

Un poema que dedicar...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora