Viaje de Sanación

Capitulo 14

.

¿Hola?

Aunque éste iba a ser el capitulo final...

Terminé haciéndolo dos capitulos... Sino me hubiera quedado un final de 11000 palabras xD Así que será eno de 4000 y el final de 6000

Si, este fic tiene Epilogo y otro Extra

¿Qué pasará con Niffa? ¿Con Emilie? ¡Descubranlo!

...............................

Palabras: 4249

Beteado por princessqueen

...............................

Viaje de Sanación

XIV

"La conexión con los Miraculous"

.

.

.

No importaba el lado al cual miraran, el tiempo parecía detenido a su alrededor y así que mantendría, mientras ellos no consiguieran adivinar qué les había sido hurtado por Niffa. Respiraron con pesadez, observando a la Kwami de la Sanación que sonreía frente a ellos, orgullosa de su nueva prueba. ¿Qué les había arrebatado que los tenían tan cansados?

«Concéntrense» la voz de sus Kwamis, retumbó en sus mentes. Ambos tenían razón. Si no se tranquilizaban, si no lograban pensar con claridad, nunca podrían vencer a Niffa, y la necesitaban.

La primera vez, se dieron el lujo de perder por su falta de trabajo en equipo, luego, sufrieron en un mundo oscuro donde fueron expuestos a una realidad que les dejó una huella profunda para el presente; y ahora, estaban frente a la tercera y última oportunidad que haría posible que la Kwami trabajara con ellos.

Se miraron antes de avanzar un paso hacia Niffa, con decisión. Obtendrían el poder de Sanación. Lo harían por Duusu, por Emilie Agreste y... por ellos mismos, también.

—Bien —exclamó Niffa, para romper el silencio que se generó entre ellos. Giró sobre sí misma, para luego tomar su cola y abanicarse—. ¿Tienen alguna idea de que es lo que les robé?

Los chicos se miraron. Aunque Adrien lucía confundido, Marinette lo observaba con detenimiento, como si tratara de recordar como estaba antes de que el poder de la creación lo transformara en Mr. Bug. Ambos habían intercambiado sus Miraculous y no había otra cosa extraña en ellos, salvo su cansancio. ¿Sería su energía? No, no podía haberles sacado eso, sería muy tonto y simple para una Kwami que se jacta de su poder, sin miramientos.

«Piensa, Marinette» se dijo, apretando los ojos y el puño derecho. «¿Qué puede ser?» Y mientras mantenía los ojos cerrados, escuchó la voz de Adrien que la hizo abrirlos de golpe. ¡Lo tenía! Miró a su compañero con una sonrisa.

—¿Qué pasa? —preguntó el rubio, asustado.

—Di eso de nuevo... —le pidió.

—Lo de, ¿cómo venceremos esta prueba, My Lady? —la chica tomó la larga trenza azulada y se la pasó por el hombro, tratando de recordar aquella escena. Eso era algo que ambos tenían y ella no pudo corroborar sí aún los conservaban ...