Capítulo 5

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29 de Junio 2018

-Pov- Rodolfo

Viernes, por fin. Básicamente ya estamos pisando el fin de semana. Mañana, Sábado, se enfrentan Argentina y Francia en octavos de final, por el Mundial, lindo partido para disfrutar entre amigos o familia pero lástima que lo veré solo.

Estos próximos dos días serán exclusivamente para mí, los chicos se quedan con su madre; en la semana tuve la oportunidad de verlos, me gustaría tenerlos conmigo, disfruto de su compañía, pero ellos decidieron quedarse en "La Plata", ya que tenían algunas salidas con sus amistades, sobre todo Dante que entro en una etapa de la adolescencia, donde ya comienza a salir más seguido...

Ahora estoy en camino hacia Martinez, por suerte el tránsito es fluido, para ser Viernes, es raro. Mayormente es un caos la Ciudad de Buenos Aires, las autopistas trabadas a todas hora, cortes sin fin, pero hoy parecía todo lo contrario. Mientras conducía, en el estéreo del auto iba sonando Ciudad de la Furia de Soda Stereo, como siempre un poco de Rock para acompañar el trayecto. Entre otros temas que fueron sonando hasta llegar al canal.

Una vez estacionado el auto, me tome las cosas que traía, la campera, la cual me la coloque antes de bajar, hacia frio, la mochila y el portafolios, me baje y me encamine a la entrada del canal, mostré el carnet, como protocolo de seguridad, la misma rutina de todas las tardes.

Ya adentro, tome partido hacia mi camarín, tenía que dejar lo que traje conmigo al bajar del vehículo. Busque las llaves en los bolsillos de mi pantalón de jean e inmediatamente a continuación procedí a abrir la puerta, puesto que me encontraba en frente de ella. Deje todo menos la campera aun tenia frio, por más que este puesto el aire acondicionado en el edificio. Dentro de la habitación ya se encontraba el traje que debería utilizar para esta noche, las chicas de vestuario entraron hace unos minutos para dejarlo, seguramente. No faltaba mucho para que inicie el noticiero. Me retire del cuarto, cerré la puerta con llave.

No había rastro de Cristina, seguramente llegue más tarde, como últimamente ocurría, nos perderemos una vez más esos minutos para poder tomar un café en el buffet de canal. Lástima.

Caminando hacia redacción, en uno de los interminables pasillos, revise la hora en mi celular eran las 17:18 pm, me encontraba lleno de mensajes en diferentes redes sociales, WhatsApp, Twitter e Instagram, todos preguntando una sola cosa "Cristina se separó, ¿lo sabias?", acompañado de un reportaje recientemente subido donde ella confirmaba su situación. Me quede apoyado en la pared, mirando el móvil.

Decidí hacer clic en el link de uno de los tantos mensajes que recibí, eran todos los mismos. Comencé a leer lo poco que se encontraba en el artículo sobre la separación de ella y Fest.

"Es verdad, nos separamos hace casi un mes. Sebastián es una gran persona pero a veces los caminos elegidos son diferentes". "Fue como un acuerdo", Leí en voz alta.

Se separó hace un mes y no sabía nada, ¿porque no me lo comento? Qué raro. Habrá sufrido en silencio, una nueva relación frustrada. Me imagino que se habrá echado toda la culpa, como continuamente pasaba, y ahí aparecía yo para consolarla, ser su trapo de lágrimas, su hombro para llorar, la persona que la escuchaba...pero porque esta vez no fue así. Esta vez no me necesito, no me llamo, no me conto nada, ¿Por qué?

Seguramente no me quiso molestar. – Digo en susurro.

Sin embargo, para mí no es ninguna molestia, mirarla y encontrarme con esos ojos cafés cristalinos, al borde de las lágrimas, no me lo puedo permitir, verla en ese estado provoca que mi corazón se parta en mil pedacitos. Siempre intento alegrarla con cualquier tontería aunque sea un momento, puedo consolarla, de hecho lo hice, aunque qué más quisiera yo que hacerla feliz todo el tiempo, a cada hora que pueda ser posible, contemplar esa hermosa sonrisa, esa risa tan particular, su mirada...

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