Capítulo 3

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-Pov- Cris

Apurada, una vez más salía del estudio de Telefe Noticias, no me despedí de nadie, me fui corriendo prácticamente del lugar, apenas Juan me ayudo a sacarme el micrófono, me fui, el taxi de todas las noches me esperaba afuera del canal para ir rumbo a Radio Mitre, donde condujo mi programa "Confesiones". De Martínez me tendría que dirigir hacia Barrio Norte, CABA.

Y de nuevo el pase con Jorge, mi compañero de la emisora radial, lo debería hacer en el trayecto. Últimamente con estas casi dos horas de programa, esto se estaba volviendo habitual; llegaba siempre con lo justo o directamente llegaba tarde a la conducción de la radio, por ello si eso ocurría comenzábamos el pase en el camino.

Finalmente me subo al auto, y como lo esperaba a la mitad del recorrido frecuente, mis compañeros me llaman, saco el celular de la cartera, conecto los auriculares.

Y acá se encuentra llegando nuestra ChicaBod. – Escucho del otro lado del auricular. Era Jorge quien me saludaba, suena la música del momento, dando por iniciado el pase.

Hola Jorge, ¿Cómo le va?, Estoy en camino, cuando menos lo crea estaré ahí con ustedes. – Continúo la conversación.

Eso espero, muy bien por suerte, ¿y usted? – Hace silencio.- No me conteste puedo adivinar como esta, me han mostrado las novedades de las redes sociales.- Suelta una pequeña risa.- ¡Felicidades! –Exclama.

Suelto una carcajada.- Gracias, Jorge, si me encuentro muy bien, pudo adivinar. -No era mentira, me encontraba bien, estaba feliz, pero tampoco tanto, no quería hacerlo público, no aun, pero lo hice, en su momento estuve de acuerdo, y ahora me arrepentí. No habían pasado 24 horas de la noticia, que ya me había arrepentido. Inseguridad es mi segundo nombre...

Me alegro por usted, se merece ser feliz, el amor siempre es bueno. –Alega.

Gracias, lo sé. -Llego a contestar. Mi vista se encuentra fija en la ventana del automóvil. Me encanta ver la ciudad.

Por cierto, me imagino que estará viniendo en helicóptero ¿no? –Cuestiona. Sonrió ante su ocurrencia.

Pero por supuesto que sí, ya sabe, el helicóptero siempre me espera a la salida del canal, si quiere un día de estos se lo presto, ¿Qué le parece? – Me rio.

Me imagino, la verdad acepto esa proposición, cuando esté disponible me avisa, quien pudiera utilizarlo todos los días. – Dice siguiéndome el juego.

El que puede, puede Jorge. –Respondo.

Cuídame al piloto, que próximamente lo necesitare, y obviamente cuídese usted, que acá la estaremos esperando como todas las noches. – Contesto. El taxi había estacionado, llegue.

Bueno, está bien. Ya estoy ahí –Confirmo. Escucho nuevamente la cortina musical. Corto la llamada, guardo mi móvil junto con los auriculares en la cartera y me dispongo a bajar. – Hasta mañana.- Le digo al chofer, quien me hace un gesto en señal de saludo.

Entro al edificio, voy directo al estudio, abro la puerta y ahí los veo, aún están al aire, lo sé por el cartelito rojo que así lo indica. Sonrió.

Miren quien llego nomas, buenas noches. –Habla Jorge, fue el primero en darse cuenta que había aparecido. – Esa cara irradia felicidad, se nota...otra vez, la felicito!- Menciona.

¿Tanto se nota?- Pregunto siguiendo el juego. Me acerco a uno de los micrófonos.

Si, que bien te sienta el amor.- Esta vez es Gonzalo, el que habla.- Lo conociste acá.- Cita. Maldita sea, era necesario mencionarlo. Lo miro.

Fue AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora