Capítulo 6

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-Pov- Cristina.

Llegar al canal fue toda una travesía, llegue tarde. Este último mes fue así, por diferentes motivos me atrasaba.

Ya dentro del edificio, me dirigí rápidamente hacia mi camarín, deje algunos de los bolsos que siempre traigo para luego encaminarme hacia redacción, lo único que no deje fue mi cartera, que siempre se encuentra conmigo; a la hora de ir al aire con la programación lo dejo debajo del escritorio, el escritorio del estudio, total no se ve nada, y a la hora de irme solo lo tomo y me voy para la radio.

Apenas llegue salude a las primeras personas que me cruce. Sé que él ya se encuentra acá, siempre está. Siento su mirada clavada en mí, seguramente se enteró por eso tanta atención. Ya me imagino lo que debe estar pensado, "Debe estar sufriendo", "Se calla para no molestar", "Porque no me lo dijo", como si no lo conociera, 16 años de trabajar juntos, de amistad, no son en vano. Algo lo debía conocer.

Esta vez no sufrí, puede ser que la misma noche en que me separe si lo haya pasado mal, pero al fin y al cabo sé qué fue lo correcto, después lo que si sentí fue culpa, y mucha, por lo que le cause a Sebas. Tuve la oportunidad de volver a hablar con él, aclarar todo más tranquilo, sincerándome. Ese día llore un poco he de confesar, se platicó todo lo que se tenía que decir y terminamos bien. Desde aquella vez no me lo volví a cruzar, ni siquiera en algún evento o restaurante que solíamos frecuentar. Teníamos gustos en común.

Sé que debía hablar con Rodolfo sobre mi reciente ruptura amorosa, él, de todos modos me lo preguntaría, siempre se preocupó por mí, esta no sería la excepción. Comencé a acércame hacia el para saludarlo, me incline al darle un beso en la mejilla, susurre un "Hola", doy la vuelta hacia mi escritorio, apoyo el bolso que traía conmigo en la mesa, acerco la silla y me siento. Prendo la computadora. Todo con la atenta observación de mi compañero.

Su vista sigue fija en mí, no pretendo mirarlo, no emite ninguna palabra, mientras me enfoco en el trabajo. En cualquier momento va a hablar lo sé.

Cris... - murmuró

Si... - Contesto, concentrada en la pantalla.

¿Estás bien? – Preguntó

Sí, estoy bien. – Asiento, sin darle mucha importancia.

Vuelvo a preguntar. – Hace una pausa. - ¿Estas bien? – Ahora sí, levanto mi mirada, sé que así le puedo brindar un poco de seguridad, aunque no se quedara tranquilo hasta que no se lo cuente por completo.

Rodi, estoy bien, ¿Por qué? ¿Qué pasa? – Indago sonriendo. Finjo, se lo que quiere saber.

Leí las notas de los portales... ¿Queres hablar? - Musita. Era obvio, lo habrán llenado de mensajes sobre las notas que di e iba a querer saber que paso. Que me paso y porque antes no se lo dije.

Ah!, era eso... - Silencio. – No es necesario Ro, ya pasó, estoy bien. No te preocupes. –Respondo intentando darle tranquila con mis palabras.

Se levantó, da la vuelta que nos separaba el escritorio, tomó asiento en una de las sillas vacías que se encontraban al lado mío. Nuestras miradas se encontraron, sujeto una de mis manos. Siento un pequeño cosquilleo en mi estómago.

Cris, sabes que podes contar conmigo ¿no? – Comienza a hablar, asiento con la cabeza, le sonrío levemente – Si necesitas hablar, hoy o cuando quieras, yo estoy. – Sonrió, es tan lindo, como no amarlo. Es así, él está, siempre está en cada momento, en cada circunstancia ya sea buena o mala, estuvo. Es una de las pocas personas que se haya en mi vida, luego de tanto tiempo y estoy feliz de que así sea.

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