33. Vamos, preciosa.

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Estaba asustada, pensé que ese sería el fin de mi afortunada vida.

- Sí, está ocupado - Jack me miró igual de asustado.

- Oh, lo siento - oímos pasos y la puerta cerrarse.

- ¿El baño de varones? - puso una sonrisa arrogante - No sé si te lo has notado, lindura, pero eres la más atrevida de la relación, ¿Qué sigue, vestidores?

- Cállate - lo empujé para salir, él me siguió.

- ¿Quién era?

- Mi padre, sabía que algo saldría mal - caminé a la salida.

- No nos vio, tranquila - me tomó de la mano - ¿Aún quieres ir al parque? - estaba un poco asustada aún, pero no había más que hacer.

- ¿Tengo otra opción? - hice un puchero.

- Sí - caminó acercándose a mi - el baño de varones parece un buen lugar para... - ni quiera lo dejé terminar.

- ¡JACK!

- Iba a decir para... tomar el té - dijo al azar y rascándose las cabeza.

- Vamos - sonreí. Jack vino detrás de mí.

(...)

Ya habíamos llegado al parque, todos los árboles estaban mojados y goteando lluvia, caminamos a una caseta con bancos, era último único lugar del parque que estaba seco, nos sentamos.

- No hay muchas personas en el parque a estas horas - sonrió.

- Sólo ese señor - Había un anciano con su perro caminando por las veredas.

- Tal vez ese es mi futuro - me miró - sólo que junto a una linda ancianita - se acercó a mi y pasó su brazo por mi espalda, abrazándome. No pude evitar sonrojarme, que él pensara más allá de algún futuro que podríamos tener, era lindo.

- No es cierto - sonreí y lo besé - tú serás más anciano que yo.

- Tenemos la misma edad - juntó las cejas con una sonrisa tonta.

Me levanté del banco y me puse en frente de él.

- ¿Ahora qué?

- No lo sé - levantó la cabeza para mirarme, él seguía sentado.

- ¿No lo sé? - sonreí - Jack tú nos trajiste aquí.

- Tienes razón, el parque es una mierda - dejó caer su cabeza en mi abdomen.

- No dije que lo fuera - coloqué mis manos detrás de sus orejas, levantó la cabeza ya apreté un poco más mis manos, reí al ver sus mejillas - te ves tierno.

- Ya lo sé - arrogante como siempre, sonrió también y se paró - ¿Qué hora es? - miré mi teléfono.

- Son las 10, aún queda mucho tiempo, ¿Qué hacemos?

- Vayámonos lejos, tomemos un tren y que nos deje en cualquier lugar.

- Estás loco - sonreí sarcástica.

-No bromeo.

- Jack no traje mi tarjeta del tren ni mucho dinero.

- No importa, yo tengo mi tarjeta y también dinero - se encogió de hombros.

- Si nos perdemos, ¿qué? - me crucé de brazos.

- Vamos ______, no le quites la emoción, te prometo que todo saldrá bien.

Tenia miedo, obvio, pero ¿Qué más podía pasar?

- Está bien - accedí finalmente con una sonrisa.

(...)

Compramos frituras mientras esperábamos el siguiente tren, ahí si habían muchas personas.
No entrar a clases era algo descabellado para mi, pero irme con mi novio en un tren sin destino era imposible, no digo que yo fuera una responsable y correcta en la escuela pero hacer éste tipo de cosas nunca se me habían pasado por la cabeza, lo disfrutaba mucho, Jack hacía que una yo diferente saliera cuando estaba con él, tal vez mi original yo.

- _____, ven aquí y siéntate conmigo - Jack estaba sentado en una de las bancas mirándome, estaba esperando el tren y no dejaría que se nos pase.

- No, tengo que ver cuando esté por venir para ver si alguien que conocemos está - volteé a verlo y estaba en una esquina del banco mientras otras personas ocupaban el resto - además no hay lugar para mi.

- Claro que si - dio pequeños golpes con la palma de su mano en su regazo, me horrorizó - Vamos, preciosa.

- Estás dándome cumplidos para que me siente en tu regazo pero no lo haré - puse mis manos en mi cintura y él los ojos en blanco.

- Siempre te hago cumplidos y te digo lo linda que eres - juntó las cejas.

- Lo sé, es que es demasiado, ¿no crees? - Caminé hacia Jack.

- ¿Que te sientes en mi regazo? - sonrió - ya nos hemos besado en público - me abrazó por la cintura aún sentado.

- Pero no con tanta gente - susurré, me miró con cara de pocos amigos y me pegó a su cuerpo quedando finalmente sentada en su regazo. Sus delgados brazos no se soltaban de mi cintura - Bien, pero que quede claro que tú me obligaste, básicamente - sonreí y puse mis brazos en su cuello, él plantó un tierno beso en mis labios.

-¡Mierda! - Detuvo el beso ¿Acaso no me cepillé los dientes? Me separó de su cuerpo con cuidado.

- ¿Qué sucede?

- ¡El jodido tren! - me tomó de la mano y corrió al interior justo 5 segundos antes de que las puertas se cerraran.

- Oh carajo - reí - casi lo perdemos - me eché a reír como una psicópata.

- ¿Por qué te ríes? - parecía confundido, yo seguía riendo.

- No lo sé - cambié mi risa por un puchero, la verdad es que estaba muy nerviosa - tengo miedo.

-Oh - sonrió dejándome ver su perfecta dentadura, me dio un abrazo, sin soltar uno de sus brazos de la baranda - Podemos volver si quieres, vamos a tu casa.

Este era un plan de Jack, ahora quiere volver porque sabes que no podemos porque ya estamos en en jodido tren, y aún así bajemos en la siguiente parada tendríamos menos dinero y no nos alcanzaría para todo el camino, así que iríamos a pie y ésta sería otra de sus aventuras. Así de bien lo conozco.

- No - por más que quería volver no lo dije nada. Sentí como se tenso al oír eso - Está bien - sonreí maliciosamente, seguíamos abrazados y él no podía verme la cara.

- ¿En serio? - bajó la mirada para verme - ¿Lo dices..... - paró de hablar y me miró estudiando mi expresión por un minuto y por fin habló otra vez - Está bien.

- Claro - me soltó del abrazo y me hizo una señal con la mirada para que me sentara, había un asiento. Una parte de mi deseó que se sentara y me dijera que me siente en su regazo, algo estaba mal entre nosotros.

Nos pasamos todo el camino sin hablar, quería preguntarle qué andaba mal pero me ignoraba cuando por fin quería hablar.

- ¿Pasa algo? - dije sin mirarlo a la cara, pero volteó con los ojos abiertos como platos, algo en su expresión había cambiado - Porque si es así tienes que decírmelo.

- No - mintió.

- Sí.

- No, es sólo que.... - paró a pensar, el bus estaba parando ésta era una de las paradas. Más gente entró y vi a Jack ponerse pálido y salió corriendo del tren. Me levanté del asiento y fui tras él.

~♡ Jack Dylan Grazer y tú ♡~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora