[CRÓNICAS DE COUNTRYHUMANS]

[ CAPÍTULO 01 ]

—°—

Ciertos países que estaban discutiendo hace un rato, no paraban de hablar causando que todo se volviera confuso para el dolor de cabeza de USA y Rusia quienes observaban desde lejos.

— ¡Mundo peruano! Pe pe pe pe —expresó el blanquirrojo con alegría.

— Que no, boludo —le siguió el Argentino cruzándose de brazos en modo de desaprobación ante lo dicho.

— ¡Quiero mar! Mar mar mar mar —hablo el boliviano con mucha energía también causando que Chile se enoje, puesto que no paraba de repetir siempre lo mismo.

El chileno tomó aire y miro directamente al boliviano.

— Mira weón, cómo te lo digo... CONCHETUMADRE SIEMPRE LA MISMA WEA "IBRIMI ISPICI IL MIR" QUE NO WEÓN, NI AHÍ CON TUS CAGAS DE EXPLICACIÓN CHANTAS ME TENI LOS WEOS TERRIBLE INCHAOS, ASÍ MIRA DE LEJITOS EL MAR NO MA PORQUE ES MIO — exclamó amargo el chileno mirando mal a Bolivia, lamentablemente nadie de los presentes entendió lo que dijo ya sea por la pronunciación o por la rapidez usada en las palabras.

— ......

Hubo un pequeño silencio incómodo por alguna razón, ya que querían decir algo pero resultaba casi imposible hasta que de la nada el argentino rompió la tensión.

— Macri gato —fueron sus únicas palabras para empezar lo que llaman "desmadre sin fin" o algo similar.

— Paloma

— Pisco —dijo el chileno para ver como Perú tenía un aura muy ¿peligrosa? Bueno no cuestionaria más aquella aura así que se alejó un poco.

— ARGENTINA AGÁRRAME QUE LE SACO SU MIERDA A ESTE WEON —gritó el peruano para empezar a perseguir al mas bajito, quien no sabía si atacar a el contrario o no.

— macri gato —era obvio que no ayudaría.

— ¡mArR! —expresó nuevamente el boliviano para salir corriendo puesto que el chileno lo perseguía a pesar de que Perú también estaba detrás suyo.

— ¡Coño e' la madre, callense la jeta y dejen de estar discutiendo por webonadas que me van a hacer arrechar! —habló esta vez Venezuela algo irritado por el ruido absurdo que hacían sus vecinos.

— ¡La arepa es de Colombia! —se escuchó a lo lejos la voz del colombiano para notar como ahora otra pelea iniciaba aparte de la que Perú y Chile habían empezado.

— Tacos wey —dijo el mexicano entrando en escena para ver cómo el desmadre se intensificaba a su alrededor.

— ¿En serio apoyamos a esos países? —habló el norteamericano mirando la escena desde lejos junto con el ruso.

— Si... —respondió Rusia, no estaba de más decir que ambos se dieron un facepalm ya que empezaban a arrepentirse de sus elecciones.

[°°°]

Luego de que el ambiente se hubiera calmado y los países hubieran dejado de pelearse -lo que quería decir que todos habían gritado demasiado y les dolía la garganta- se sentaron a tener una supuesta reunión internacional, como habían acordado en primer lugar.

Claro que no podía ser una reunión normal si estaba Latinoamérica de por medio.

— ...¿Qué es esto?—Preguntó Rusia con desconfianza cuando el argentino, que se sentaba a su lado, le ofreció algo que ligeramente parecía un vaso lleno de algo verde.

Argentina le miró como si no entendiera la pregunta.

—¿No vas a tomar?—

— ¿Tomar... qué? —Rusia estaba cada vez más confundido. Miró a los otros países presentes, pero la mayoría estaban conversando, y los que estaban prestando atención parecían más extrañados por Rusia que por lo que fuera que le estuviera ofreciendo el blanquiazul.

—Mate, boludo. ¿Vas a tomar o no? Si no vas a tomar pasaselo a Brasil que seguro le pinta—

Rusia creía entender la mitad de las palabras que había dicho Argentina.

—Creo que voy a pasar —fue la única respuesta del nórdico, tomando el recipiente y ofreciéndole a Brasil , sentado a su derecha, quien lo tomó sin interrumpir su charla con Perú, y miró a América, que parecía tan descolgado como él.

Con la mirada le pidió que diera comienzo formal a la reunión, ya que ningún otro país parecía dispuesto a hacerlo, y América se levantó.

—Bueno, ladies, demos comienzo a esta reunión de una vez, shall we? —
Obviamente, no se podía pedir demasiada formalidad de parte del norteamericano. Luego de unos segundos de espera todos se callaron un poco

— A'right, decidamos que tema urgente y necesario debemos discutir primero—

Bolivia de la nada levantó una mano como si estuviera en primer grado y levantó la otra para apuntar a Chile.

—Me gustaría pedirle formalmente y sin causar escándalo al pasillo este que me dé mar—

Chile lo miró con cara de "En serio estás abriendo la reunión con esta wea?" y el tricolor le miró con cara de "dame mi mar, perra", y pronto estalló otra vez una pelea sobre quien tiene dominio sobre que territorio y cosas así.

Hasta que Rusia se levantó del asiento y, sin decir absolutamente nada, los miró desde arriba con aire de que tenía ganas de partirles la madre a todos y de que probablemente podría hacerlo sin parpadear.

Chile y Bolivia dejaron de discutir, pero siguieron lanzándose miradas asesinas cada vez que podían.

— Bueno, ¿alguien tiene algo honestamente importante que decir? —Habló de nuevo América, sintiendo como un dolor de cabeza se avecinaba.

Todos los presentes se miraron entre sí, sin saber muy bien que decir. A fin de cuentas siempre que se reunían terminaban gritándose entre sí sin llegar a una conclusión (ni siquiera sabían que estaban diciendo en la mayoría de los casos).

—Bueno, ¿alguien tiene hambre? —preguntó Colombia completamente de la nada.

— Creo que tengo un poco de ají de gallina bien rico—Le respondió Perú, rebuscando en un morral que había traído.

— ¿Alguien va a tomar mate o lo guardo? —Habló ahora Argentina, atrayendo la atención de un par de países sudamericanos, y por alguna razón también de América.

—... ¿Qué es eso? —Preguntó, ganándole la curiosidad.

—Mate. ¿Querés probar? —Le respondió simplemente Argentina, aunque su mirada excitada lo traicionaba, al igual que Uruguay y Paraguay, que estaban sentados cerca. Parecían entusiasmados de que alguien se interesara por... lo que fuera que sea el mate.

Con algo de desconfianza, América tomó el recipiente y puso los labios sobre lo que parecía ser un sorbete, y tomó.

Era caliente y amargo. Estaba bastante bien. Le recordaba ligeramente al té que tomaba Inglaterra cuando América todavía vivía con él, pero era distinto. Decidió que le gustaba el mate.

Argentina codeó a Paraguay, quien en cambio codeó a Uruguay, y se miraron todos entre sí emocionados. Tenían un nuevo compañero de ronda para futuras reuniones inservibles.

Rusia, junto con la mayoría de países ajenos a la escena, no entendían nada de lo que había pasado.

"¿Este es el inicio?"