[ CAPÍTULO 05 ]

760 68 19
                                    

—°—

En otro lado estaba Bolivia con muchos nervios mientras caminaba en círculos, Chile le había dicho que viviría en su casa y eso le aterraba.

"¿me matará?" "¿Me dará mar?"

Pensaba hasta que se escuchó el timbre de su puerta y se acercó rápidamente a abrirla.

— Weón.

Y ahí estaba él, tenía unos cuantas maletas, pero nada fuera de lo común, sin permiso pasó por el lado de Bolivia ingresando a su casa como si le perteneciera.

— Chi-chile... ¡Sé bienvenido! Este es mi hogar espero que no toques... —se quedó en silencio cuando vió al chileno literalmente tocando todos los objetos que veía a su paso.

— Que weas curiosas tienes weón —dijo como si nada para luego dejar de tocar las cosas ajenas—. Dime ¿dónde duermo? —cuestionó con cierta confianza, que lograba hacer cuestionar a Bolivia si la relación que tenían era realmente mala.

— tu cuarto esta al lado del mío... Es subiendo las escaleras la tercera puerta.

Le sonrió amable con algunas gotas de sudor y las mejillas un poco rojas por tanto nervios que sentía con la presencia ajena.

— Gracias supongo, nos vemos dentro de poco po weón, hoy cocino yo —le respondió con una  sonrisa amplia y contagiosa al contrario, para luego subir al lugar mencionado con aires de orgullo y confianza.

[...]

— Oh vaya, gracias Chile —expresó Bolivia con una leve sonrisita al ver los platos de comida que hizo el nombrado.

Chile solo guardo silencio y empezo a comer como si el otro no existiera, tal vez era porque tenía mucha hambre.

Bolivia no sabia que decir exactamente en esos momentos, ya que era muy incomodo estar en presencia de el contrario además los temas casi siempre eran muy incómodos de tratar, pero tenia que romper el hielo de alguna forma ¿no?

— Chile, ¿crees que en este tiempo de convivencia me des mar? —pregunto "inocentemente" con una leve sonrisita, después de todo solo se necesitaba una palabra para hacer reaccionar de una forma espontánea al contrario.

Por otra parte Chile casi se atoró ante la pregunta, y  claro, su respuesta no se hizo esperar.

— Creí haberte dado una respuesta clara, PENSÉ QUE PODRÍAMOS LLEVARNOS BIEN HIJOEPUTA —exclamó con mucho enojo, ya que realmente se esforzaba para llevarse bien con el contrario, después de todo vivirían juntos un largo tiempo, ¿no?

— pe-pero yo quiero mar...

Hizo una carita apenada para luego reír suavemente y ver como Chile levantaba el tenedor como si de un arma se tratase, el contrario se escondió bajo la mesa en busca de una protección que no duraría.

"Y así empezó una miniguerra."

[CRÓNICAS DE COUNTRYHUMANS]Where stories live. Discover now