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Aquí estaba.
En el punto donde negaba estar.
Crees que puedes cambiar la escencia de una persona con amor pero simplemente no puedes forzarla a ser algo que no es.
Había pasado por la empresa de mi prometido para hacerle compañía a los chicos ya que la época de Comeback estaba a la vuelta de la esquina. Sabía de antemano que estarían hasta madrugada practicando ya que son unos perfeccionistas pero no los culpo, esto es por lo que trabajaron por años, los estadios completamente sold out son una de las consecuencias de su sangre, sudor y lágrimas. Y no podia estar mas orgullosa de ellos.
Así que para celebrar un rato, lleve una botella de su champagne favorito y algo de comida, seguramente con lo cabezas huecas que son se les olvido si quiera comer.
- ¡_____! - Tan pronto crucé la puerta varios pares de ojos ya estaban analizandome.
- Les agradeceria que me dieran una mano - Recargue mi espalda en la puerta ya que mis manos las tenía abarrotadas de bolsas. - o 2.
- ¡Lo siento! ¡Lo siento! - Los 7 se levantaron como rayo al darse cuenta de esto.
- Hola cariño - El mayor se acercó para tomar la última bolsa de mis manos, dejando un pequeño beso en mi frente. - No tenias por que gastar en nosotros.
- OH MY GOD - Separe mis ojos del bello hombre frente mío antes de poder responderle - ¡Trajiste brochetas de cordero! ¡Eres la mujer de mi vida! - Carcaje al escuchar al menor.
- Disculpa, ¿Acaso te olvidas que esta preciosa chica ya tiene un musculoso y mundialmente hermoso novio? ¿Crees que dejaria todo esto por un conejito?. - Mientras Jin terminaba la oración me tomo de la cintura para elevarme un poco para quedar a la altura de su rostro y dejar un beso en mi mejilla.
- Callate idiota y consiganse un motel o metanse al armario, yo que sé. Yo hablaba con estos pequeños pedazos de carne - Respondió jungkook levantando su dedo medio a su hyung para después comenzar una pelea con Yoongi porque había tomado la última brocheta.
La escena me resultaba muy tierna y no podia evitar sonreir, no fue hasta que vi a un pequeño chico alejándose de los demás. Jiminie siempre es el primero en terminar de comer pero esta vez ni siquiera había tocado el paquete que tenía su nombre.
- ¿Jimin oppa? - Lentamente baje de los brazos de mi novio para acercarme al antes nombrado. - ¿Estas bien?. - Susurre tocando su hombro.
El rápidamente se alejo de mi alcance, no permitiendo tener contacto alguno con el. - Estoy bien ___, solo que.. - Se detuvo varios segundos mirando a algo en especifico encima de mi hombro, hasta que volví a llamar su nombre - M-Me siento mal.. ¡SI! Eso.. Ammm, tal vez el desayuno me cayo mal. - Mientras hablaba tomaba sus cosas lentamente de la silla a lado suyo.
