Encuentro

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-Bueno, vamos al colegio -dijo alegre para luego cogerlo del brazo, cosa que este dejó pasar. Lo que no sabía ninguno de los dos es que estaban siendo observados por tres chicos, todos rubios, dos chicas y un chico, los tres también con ojos azules...

-Rin... -dijo el chico que se encontraba a su lado algo preocupados

-.... -la rubia se quedó en silencio-

-¿Estás bien? -preguntó su amiga con una coleta rubia alta

-.... -seguía sin articular palabra alguna- creo que.... no siento tanto dolor como antes... -confesó en un susurro apenas audible, pero, que pudieron oir ambos chicos que estaban a su lado

-¿En serio? -preguntó sorprendido Len

-Creo... creo que sí -respondió aún susurrando

Minutos antes

-¡Venga Rin, Len! ¡Levantad ya! -gritaba la mayor de la casa mientras andaba rápidamente por los pasillos para dirigirse al cuarto de su hermano menor y abrir la puerta, se sorprendió al ver una imagen que jamás pensaría que ocurriría, dos rubios dormían acurrucaditos juntos. Linda pareja pensaba Seeu- Mejor dejo que duerman... tan adorables que son... -entonces se fue de ahí para poder preparar unas ricas tortitas con un jugo de naranja, naranjas que pudo comprar ayer.

Unos minutos más tarde un chico empezó a abrir lentamente sus ojos para acostumbrarse a la luz brillante del sol. Una vez que consiguió acostumbrarse a esa luz, lo primero que vió fue a su mejor amiga en su pecho dormida y abrazándolo, con gran rapidez aumentó el tamaño de sus ojos, sorprendido, y poco a poco su cara fue tornándose como la de una fresa, roja, muy roja. Se puso tan nervioso que empezó a salir de sus manos el típico líquido que aparece cuando haces mucho ejercicio. Y se puso aún más nervioso cuando la rubia se iba acercando poco a poco a sus labios rosados, la tuvo que apartar con un leve golpecito, él no era de los chicos que se aprovecha cuando una chica duerme. Y Rin no iba a ser la excepción. Es más, se moría por probar sus labios pero, que fuera porque está dormida y no está consciente de lo que hace, no le parece lo correcto, prefiere hacerlo cuando esté consciente y que quiera.

Luego, decidió darle unos leves golpes en la nariz de la de ojos zafiros, sabía que no le gustaba que le hicieran eso, y cuando dormía, se despertaba enseguida. Pasó. Se despertó molesta por el mini golpe que le había dado su mejor amigo y cuando se dió cuenta de la posición en la que estaban -ella encima del pecho de Len y sus manos en la cadera de este, tomando en cuenta que estaba muy cerca de sus labios- muy avergonzada, se separó de él con un tono carmesí muy fuerte en sus mejillas. Ahora mismo los dos eran tomates en persona.

El rubio se levantó para coger su ropa y cambiarse, era hora de ir a la escuela.

-¿Adónde vas Len? -preguntó curiosa la rubia aún con el sonrojo

-A cambiarme, hay que ir al colegio -contestó, haciendo que la rubia lo recordara

-¡Es verdad! ¡Es Lunes y hoy me dan mi exámen! -gritó

-¿El que querías que te ayudara para repasarlo?

-Sí, ese

-Seguro y sacastes buena nota -aseguró firme- en fin, te ayudé yo -dijo presumido

-Seeeee, bueno, voy a cambiarme

Una triste historia más [Rilen]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora