Confesiones 2

45 6 0
                                    


Le dió absolutamente igual todo y se acercó a ambas chicas.
Con delicadeza, le cogió la mano a la rubia para luego marcharse de ahí, dejando a la peli-acua algo confusa.

-¿Qué pasa Len? -preguntó inocentemente la menor a la vez que correspondía el agarre del rubio.

-¿Por qué hablabas con Miku? -se atrevió a preguntar, mirando a la chica a los ojos , con nervios- ¿Acaso no querías acercarte a ella?

-Sí, pero le estaba haciendo un favor a Lenka-respondió como si nada, soltándose del agarre por parte del rubio.

-¿Un favor? -preguntó confuso. La miró. ¿Para qué querría Lenka que Rin hablara con una persona que le hace daño?

-Sí -afirmó la menor a la vez que lo miraba- me pidió que distrajera a Miku para que ella pudiera hablar con Rinto -explicó mientras empezaba a andar, el mayor la seguía.

-¿Y de qué hablaban? -preguntó curioso el mayor

-Da igual, vayamos a tu casa Len -dijo ella intentando evitar el tema

-No, no da igual Rin -contestó él, agarrando la mano de ella, provocando que la menor tuviera que mirarle- por favor, dime -pedía el oji-azul con su tono de voz suplicante y su cara de cachorro irresistible

-Vaya que eres insistente -susurró a la vez que lo miraba. Es tan tierno, pensaba. Y es que a ese tipo de caritas, no le podía decir que no. Se soltó del agarre- está bien, pero, te lo cuento por el camino

-Bien -dijo alegre mientras ambos empezaban a caminar.

Rin no sabía porqué, pero al recordar lo que pasó, la ponía un poco triste.
Porque, que Rinto llorara a causa de que ella no está, le parecía imposible.

Y es que, este tipo de cosas pasa cuando un hermano no le muestra cariño a su hermana.
Y la etapa en la que estaban, no es que ayudara mucho...
Y más cuando a esta le gustaba su propio hermano...

Él casi siempre pasaba de la pobre rubia.
Y esta culpándose de ello.

Y es que, el hecho de que su hermano pasara de ella, eso no le resulta agradable.

Es como si la persona que quieres, -tanto si es un amor de familia como un amor de algo más-
Pase de ti.
Eso nunca es agradable.

Pues esto mismo le pasaba a la oji-azul.
Y para colmo, tenía que cargar con esto sola, sin desahogarse. Pues, aún si tenía a Len o a Seeu, había algo que le decía que se callara, que no debía de molestarlos. Y ella obedecía a aquella voz en su cabeza. Como siempre era.

Claro que esto era antes de que conociera a Lenka. Su actual mejor amiga. Sin embargo, esas voces le decía que dudara de ella, pero, aunque lo hiciera, había algo que le decía que era una persona que sí merecía la pena.
Si quitamos el hecho de que le pidiera cosas no muy bonitas o que no le gustara.

Flashback

Una pequeña rubia iba saliendo de su aula para ir al recreo y comer allí.
Y justo cuando llegó al patio, iba a sentarse de no ser por una voz que conocía, la cuál interrumpió sus pasos y se giró.
La rubia que la llamaba, se acercó hasta estar cara a cara.

-Rin -llamó una rubia alta a su amiga

-Dime Lenka -contestó la oji-azul

-¿Podrías hacerme un favor? -preguntó algo tímida

-Claro -dijo Rin contenta

-Sé que no te va a agradar mucho esto, pero, necesito que distraigas a Miku en la salida

-¿P-por qué? -preguntó tartamudeando algo confusa

-Es que, quiero que Rinto me note y para ello debo de hablar con él

-¿Y por qué me necesitas a mi Lenka? -preguntó cruzándose de brazos la menor

-Pues, él siempre está con Miku, por eso necesito que la distraigas, para que yo pueda charlar con él

La menor se lo pensó unos segundos
¿Qué clase de amiga sería ella si no la ayudaba?
Una mala, puede que también falsa. Y no quería serlo pues, odiaba a las personas falsas.
Cerró sus ojos y suspiró para luego enseñar esos zafiros.

-Está.... está bien -dijo mirando a otros orbes parecidos a los suyos- pero, me debes una -le advirtió seria

-Sí, lo sé. Si hace falta te ayudo a conseguir pareja -contestó con una mirada pícara. En el rostro de la pequeña rubia apareció un leve rubor.

-N-no hace falta -tartamudeó nerviosa.

-Bueno, es verdad. Ya tienes a Len -dijo, susurrando lo último, claramente la rubia se enteró de aquello, no estaba tan sorda. Y su rostro se convirtió en un tomate.

-¿Q-q-qué? -preguntó atónita sin entender mucho.

-Nada... -dijo para luego guiñarle uno de sus zafiros

Fin del Flashback

-Le pregunté sobre su relación... -dijo mirando al suelo- me respondió que iba perfecto -la rubia hizo una pausa, tomó aire para seguir- pero que... -paró unos segundos, notaba cómo se le formaba un nudo en su garganta.

-Pero que -siguió Len, para que la rubia continuara su frase.

-Pero que Rinto me hechaba mucho de menos -dijo ya mirando a su mejor amigo- que... -sollozó- que todas las noches que no estaba yo en casa él lloraba -el rubio la abrazó, poniendo la cabeza de esta en su pecho. La menor puso sus manos en la espalda de este. Ella podía escuchar los latidos del oji-azul. Que iban bastante rápido. Y ella no sabía por qué iba a tanta velocidad.

-Hey. Tranquila. -dijo Len calmando a su mejor amiga a la vez que le acariciaba el pelo- ¿Quieres que te diga algo? -le preguntó con voz suave.

-Sí -pidió la rubia. El mayor se acercó a su oído. Esta acción la extrañó un poco.

-Que le den -le susurró con un tono gracioso. La oji-azul soltó una pequeña risa. Ese tono siempre le hacía reír y Len lo sabía.

-Sí.... que le den -repitió ella riéndose bajo. Él amaba su forma de reír.

-Bueno. Vámonos -dijo el rubio rompiendo el abrazo- pero antes -y sin completar su frase, pasó sus pulgares por las mejillas de la menor para limpiarlas. Provocando que en estas cambiaran su color blanco pálido a un leve tono carmesí.

-Gracias len -agradeció la pequeña contenta

-No es nada Rin -dijo mientras le mostraba una sonrisa. Una muy bonita sonrisa. Según Rin.

Y ambos rubios siguieron la caminata hacia la casa del mayor.
Pero, no sabían que al llegar se encontrarían con una escena bastante nueva para la pareja.





























Lamento que sea un poco corto.
Que tengan un lindo día/tarde/noche

Bye

Una triste historia más [Rilen]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora