Una triste historia más [Rilen]

Desconocida en casa

Ambos rubios siguieron la caminata hacia la casa del mayor.
Pero, no sabían que al llegar se encontrarían con una escena bastante nueva para la pareja.

Cuando estos dos amigos llegaron a su destino, la casa, y el mayor abrió la puerta, se encontraron con algo que no sabían que fuera a pasar, y mucho menos pasaría aquella imágen en sus cabezas.

Estaba Seeu con una chica de pelo rosado.
Hasta ahí bien.
La sorpresa para ambos rubios fue que las chicas se estaban dando un inocente beso.

....

-SEEU -gritaba un Len muy enfadado.

-¿Q-qué? -preguntó con ganas de llorar la susodicha.

-¡Por qué no me contaste! -chillaba enojado. La rubia buscaba alguna excusa para decirle.

-Porque no... no sabía cómo reaccionarías -contestó asustada.

-Ay, ya déjala en paz ¿no? -se metió en la "pelea" de los hermanos una extraña para Rin y Len, pero una chica muy conocida y querida por parte de Seeu.

-Tu te callas -ordenó enojado- No tienes nada que ver en esto -le dijo enfurecido mientras le miraba a sus ojos azules, entonces el rubio le siguió gritando a su hermana, hasta que segundos después habló la desconocida.

-Sí que tengo que ver en esto -contestó, haciendo callar a Len y que este la mirara, incréludo- al fin y al cabo me encontraste aquí, en tu casa, con tu hermana, besándola. Así que, sí que tengo que ver en esto -respondió mientras lo miraba con superioridad. El rubio se fue acercando a la pelirrosa. Por mientras, la pequeña rubia miraba atónita la escena, jamás vió a Len de ese modo, tan enfadado. De hecho, no parecía el mismo es como si hubiera sacado su lado "agresivo" o protector.

-¿Quieres que te prohiba ver a mi hermana? -le preguntó enojado.

-No puedes hacerlo es tu hermana, y como deber de hermano, deberías de querer lo mejor para ella -señaló a Seeu- para que ella sea feliz -dijo con valentía. Len y la desconocida siguieron peleando, hasta que escucharon algo que les hizo callarse de inmediato y es que, alguien tenía que parar la regañina que estaban teniendo o sino, iría a peor.

-¡Ya basta! -gritó Rin, harta de escuchar los gritos. A ella nunca le gustó cuando la gente discute o pelea. Y aquel chillido que pegó, fue suficiente para que el rubio y la pelirrosa se callaran para mirarla, igual que Seeu, pero con lágrimas cayendo de sus zafiros- ¡Que no pueden ver cómo se encuentra Seeu! -dijo mientras la señalaba. Enseguida los dos la miraron, ambos preocupados por aquella chica que estaba llorando- ¿Por qué no dejan de ser estúpidos y arreglan esto como se debe? -Dió su último grito para calmarse- Y Len -el nombrado la miró, un poco asustado ya que nunca la vió de esa forma- A la próxima deja que tu hermana te explique antes de que grites como loco -y esas palabras bastaron para que se diera cuenta de lo que acababa de hacer. Enseguida se sintió como el malo del cuento- Si me disculpan, me voy arriba con Seeu -dijo mientras le daba la mano a la susodicha e irse de aquel pasillo.

-Vaya, tu novia sí que tiene agallas -dijo la pelirrosa, el rostro del rubio cambió de ser blanquecino a rojo.

-¡No es mi novia! -gritó, nervioso de que alguna de las rubias a las que quería, escuchara la conversación.

-Pues ese sonrojo dice lo contrario -mencionó la desconocida mientras señalaba la cara de este.

-Que me guste no significa que sea mi novia -declaró, pero cuando se dió cuenta de lo que dijo, se tapó la boca y miró al suelo, avergonzado.

-Tú mismo lo confesaste -dijo mientras soltaba algun que otra risa

-¡Hey! No es gracioso -decía el rubio

-Si lo miras desde mi punto de vista sí que lo es -comentó la pelirrosa dejando de reír

-¿Desde tu punto de vista? -preguntó confundido

-Sí. Imagínate que el hermano de la persona que te gusta de repente le grita mientras la besa y luego de un rato cconfiesa por sí solo la persona que le gusta -dijo la pelirrosa, entonces el de ojos zafiro lo comprendió.

-Oh, perdón por haberte dicho cosas desagradables antes y por haberte gritado -se disculpó el menor de altura

-Te perdono

-¿A pesar de que te grité? -preguntó confundido ya que hoy en día casi nadie te perdona por las cosas desagradable que hiciste

-A pesar de que me gritaste -repitió la mayor

-Entonces ¿Dejamos la pelea que tuvimos atrás?

-Me parece bien -dijo la pelirrosa, en el rostro del rubio pareció una sonrisa- ¿Amigos? -preguntó enseñando al rubio su mano

-Amigos -afirmó el bajito mientras estrechaban las manos

-Genial -exclamó la mayor- but dime tu nombre -con tanta tontería se olvidaron de presentarse y la pelirrosa se dió cuenta ahora

-Ah, cierto. Soy Len

-Yo Uni, encantada

-Igualmemte

Por mientras

-¿Y? -preguntaba una rubia, nerviosa, mirando a su amiga- ¿Cómo está la cosa Rin?

-Bien, ya se disculparon -dijo la menor

-Que bueno

-¿Cómo te encuentras? -preguntó  mientras la miraba con preocupación- Que Len haga esos numeritos, no es normal -murmuró, por suerte la mayor no escuchó aquello

-Al principio un poco asustada pero ahora bien. Gracias por haberme alejado de ellos

-No es nada

-Pero, no es normal que Len actúe de esa forma -dijo pensativa

-Bueno, eres su hermana. En cierto modo los hermanos suelen ser protectores con sus hermanas pequeñas.

-Tienes razón -dijo con una sonrisa

Antes de nada, quería decir que muchas gracias a aquellos que leen y votan, ya somos un poco más de 1k de leídas, puede que para algunos sea poco, pero para mi son bastantes leídas y me hace feliz el ver que lo que escribo le gusta a alguien. Espero y siga subiendo en esta historia -un poco caca en mi opinión- pero, si a ustedes les gusta, seguiré escribiendo encantada.

Y perdonen si estuve un "poco" ausente, tuve que disfrutar al máximo mis vacaciones -que ya se acabaron :'v- aparte, no estoy en mis mejores momentos, me encuentro un poco mal pero no importa ya estoy acá y mañana empieza mi escuela ;-;

Help me 

Okia no XD

Bueno, espero que les haya gustado, voy a intentar subir más a menudo, aunque ya empieza mi colegio/instituto  -como le digan vosotros- y eso significa exámenes, estudiar y hacer tareas ;-;

#no_a_la_cárcel:v

Cualquier cosa en los comentarios.

Bye!