Una triste historia más [Rilen]

LEMMON (Rilen)

Antes de empezar, esto no afecta a la historia.
Y creo que esto no debería de leerlo alguien que no sobrepase los 13 años, no quiero que se le quiten la inocencia tan pronto ;^;
No voy a poner +18 porque ni he alcanzado esa edad y no creo que el lemmon sea taaaaan fuerte :^
Pero, si quieres traumarte, allá tu, luego no heches la culpa a la tita Akari unu
Ahora sí XD
Disfruten puerk@s >:'v

En una casa había una pareja de rubios. La tarde era tranquila, de momento.

A causa del confinamiento, tuvieron que quedarse encerrados en la casa de la rubia.
Suerte que habían decidido los dos ir a vivir juntos, sino podrían haber salido muy mal las cosas, pero en fin, a lo que vamos.

El rubio ya de 21 años se encontraba sentado en el sofá color crema del salón, viendo su móvil, al lado del de ojos zafiro oscuro estaba una rubia mayor que él por un año mensajeándose con su mejor amiga. Se rió por un mensaje que esta le envió. El chico desvió rápidamente la mirada de su celular para mirar a su novia.

-¿De qué te ríes Rin? -preguntó con su típico tono frío, la nombrada lo miró. Él no era muy de expresar sus emociones, ni siquiera a su novia, de hecho, a él le sorprendía que tuviera una pareja, pero se alegraba de tenerla a ella, aunque no lo pareciera.

-Len, es Yuzuki -respondió, mirando un poco raro a su novio, pues, él no solía preguntar ese tipo de cosas, no aparentaba ser celoso, digamos que él era el típico chico rudo y frío, aparentemente, sin sentimientos. De repente, empezó a escuchar algo, más bien, a alguien hablando, con rapidez dejó el móvil en la mesita que tenía al lado del sofá y se levantó para dirigirse a su habitación, el menor la miró, mas no le dió importancia y siguió jugando en su móvil.

Mientras tanto, la mayor llegó a su habitación y vió algo que la extrañó. Había una chica de cabello cian y ojos celestes hablando con otra chica más alta que esta, tenía el pelo rosa oscuro y sus ojos de distinto color, uno morado y el otro rojo oscuro. Ambas parecían estar enfadadas, por lo que su charla era más una discusión. A la rubia le sorprendió bastante ver aquello, al parecer volvieron. Asustada, corrió al baño y se encerró ahí, Len escuchó un portazo algo fuerte, por ello se levantó y se fue al baño.

-Rin, ¿estás bien? -preguntó, dando pequeños golpes a la puerta.

-Sí -afirmó en un susurro ella.

-¿Qué pasó? -volvió a preguntar, intentando no sonar preocupado, a veces su orgullo le impedía preocuparse por las personas que realmente quería y apreciaba.

-N-nada importante Len -contestó algo nerviosa, esperando que su novio le creyera.

-Bueno, cualquier cosa me avisas -respondió indeciso de si dejarla sola o no.

-Sí -dijo, entonces escuchó como unos pasos se alejaban. Len se fue pensó para luego suspirar. Pero, cuando abrió la puerta del baño, lo vió. Esos ojos azul marino que lo miraban ahora fijamente. Esto parecía una guerra de miradas, pues, llevaban unos minutos así. El rubio sabía con certeza que su novia no hablaría, es por ello que decidió hablar.

-¿Qué pasó en verdad Rin? -preguntó, acercándose a la mayor, la cuál apartó inmediatamente la mirada.

-N-nada -tartamudeó, nerviosa.

-¿De verdad? -cuestionó, sin ninguna expresión en su rostro, eso le asustaba a veces.

-S-sí -respondió, los nervios empezaba a consumirla.