¡Qué vergüenza!
YoonGi lo miraba tranquilo, y para Jimin era muy extraño porque en su mirada sólo se veía incertidumbre.
¿Qué estaban haciendo? ¿por qué la mano de YoonGi no dejaba de acariciar su costado?
—¿Estás bien?— preguntó YoonGi.
—¿A qué te refieres?
—Esto.— YoonGi bajó hasta poner sus labios en los pomposos belfos del Omega que aceptó gustosamente el beso. Jimin no podía creer que su mejor amigo depredador fuera su primer beso, era tan irreal, utópico, y maldita sea si Jimin no había querido que fuese así. Era un Omega de 19 años que no había besado a nadie, y ciertamente estaba orgulloso de eso.
Jimin suspiró cuando YoonGi dejó sus labios y fue a su cuello, oliendo, rozando sus labios en la sensible zona. Todo el cuerpo viril del Alfa presionaba el suyo, era tan cómodo, alucinante, se sentía en las nubes.
YoonGi olía por primera vez a Jimin de forma diferente, siempre lo había hecho con la intención de relajarse y quedarse dormido, pero ahora ese olor despertaba algo en él que al parecer, también le estaba gustando a su animal porque el felino le gruñía que se apretara más a esa sensual y pequeña figura de su mejor amigo.
YoonGi era pendejo, pero más lo había estado por Jimin, y es que lo primero que le había encantado de Jimin había sido su rostro altivo y cincelado, luego se fijó en sus alas, blancas, vírgenes y suaves, toda la pureza del Omega se concentraba ahí y a Min YoonGi, el pantera negra, le encantaba.
Siempre pensó que Jimin era su mitad perfecta, como Taehyung solía decirles, ellos se complementaban muy bien.
Mientras Jimin era delicado, con un aura jovial y sumisa, sus cabellos dorados y ojos de color zafiro; YoonGi era tosco, robusto, imponente con su gran altura y tamaño, sus ojos oscuros y cabello negro y piel pálida, que hacía un curioso contraste con la piel ligeramente bronceada de Jimin, que lo hacía ver más dorado de lo que ya era.
YoonGi dejó que su lengua se deslizara por la garganta del menor, Jimin jadeó y cerró los ojos, esperando...
Mentirían si dijeran que nunca hubieran querido eso, ellos estarían condenados a muerte si negaban que con sus miradas y acciones no habían gritado que necesitaban de eso.
YoonGi mordió ligeramente las clavículas del menor que ante la presión en su cuello gimió quedito, tratando de ser silencioso, pero YoonGi lo miró y le sonrió.
—Está bien, precioso, no te calles, no lo hagas, quiero escucharte.
—Y-yoongi estamos en... la casa de tus padres, podrían escucharnos...
—Está bien, no les importará.
¿No les importará? Eso suena como si ya lo hubiese hecho antes, ahí en su casa.
Cierto.
Maldición.
¡Jimin estaba siendo cortejado y YoonGi estaba cortejando a una Omega! ¡que claramente no era él! Ah, pero ahí estaba.
Jimin endureció su mirada y con sus manos apartó a YoonGi.— Yoonie, esto está mal, estoy siendo cortejado por Lalisa, y tú estás cortejando a Jisoo.
La vergüenza invadió la cara del alfa, su orgullo bajó mil grados.
Que imbécil fui, es obvio que él no quiere esto.
El orgullo de YoonGi bajó mil pies y rápidamente se separó del Omega.
Porque él creía que eso era sólo una excusa, y que ciego había estado YoonGi, él que creía que Jimin también...
—YoonGi...
—Está bien, Jimin, de hecho tienes razón, hoy invité a Jisoo a la casa, se me había olvidado.— improvisó, su pantera estaba molesta, gruñendo y al mismo tiempo herida.
—Oh... entiendo, será mejor que me vaya entonces.— rápidamente el Omega se levantó del suelo y con pena se acomodó la ropa y el cabello.—Yo...
YoonGi negó con la cabeza y se levantó también.— No fue tu culpa, fue mía, me dejé llevar por tonterías.
Jimin cerró abruptamente la boca, dolido y furioso.
Terminó saliendo de ahí con elegancia mientras susurraba mil cosas de las cuales se podría morir el mayor.
—Es un idiota, un gato feo, espero que no se le pare nunca cuando vaya a follar, imbécil, imbécil.— murmuraba el enfadoso Omega.
Pero si era consigo mismo, ¿de qué estaba molesto? Él mismo le dijo a YoonGi que eso no estaba bien, aunque ciertamente no esperaba esa reacción del mayor, tal vez esperaba que le dijera otra cosa.
—Ah Jimin, tu también eres un idiota.— se dijo a si mismo. Decidió no darle vueltas al asunto e irse a su habitación para estudiar y hacer sus trabajos de la Universidad, la carrera de psicología clínica podía ser difícil al inicio pero a Jimin le encantaba, amaba la psicología, así que disfrutaba de aprender cosas nuevas.
Por alguna razón, terminó leyendo un libro de Freud, su autor favorito, cuando escuchó un auto estacionarse y pitar. Jimin se asomó curiosamente en la ventana de su habitación.
YoonGi salía bien vestido de su casa y se montó en ese auto celeste, Jimin agudizó la vista y logró captar una silueta femenina.
Sus nervios se crisparon y cuando el auto se fue, Jimin casi se muere de la frustración y el enojo.
Bien, ¿ese sería el juego? Que inicie entonces.
Anoche iba a publicar en me dormí, no tengo perdón.
Asi que hoy son dos JAJAJAJAJA❤
Eliminé ya la encuesta, estaba perdida y no sabía que hacer pero un ángel vino a rescatarme, ¿les gusta la nueva portada? A MI ME ENCANTÓ!
Jhns_NX Eres mi ángel.
Igualmente agradezco a las editoras que me hicieron portadas, también me gustaron y amo y realmente valoro el esfuerzo que hacen❤
(si leyeron que la historia tiene bdsm , verdad? XD)
Besoosss!❤
—StarNightYJ
ESTÁS LEYENDO
El Cisne y la Bestia Negra {YoonMin} [Omegaverse]
Lãng mạn★Donde Jimin y YoonGi mantienen una relación de depredador y presa. ★Los cisnes cambia formas siempre han sido cazados por los depredadores, por eso se invirtió en una vecindad donde sólo vivirían cisnes. El pequeño Park Jimin nunca había visto algo...