☘Epílogo☘

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¿Odaxelgania?

YoonGi entró al baño, metiendo a Jimin con él. El Alfa le sonrió genuinamente al Omega cuando cerró la puerta y Jimin no tuvo más opción que sonreír también, porque simplemente tuvo la necesidad de hacerlo. YoonGi tenía una preciosa sonrisa que merecía ser correspondida, ¿pero cuántas perversidades guardaba esa sonrisa?

—Ven aquí.— llamó YoonGi. Jimin en segundos estuvo en frente de él, mirándolo con curiosidad.— date la vuelta.— Jimin lo hizo.

YoonGi detalló con entusiasmo los hombros de Jimin subir y bajar un poco rápido por su respiración. Él lo sentía. Jimin sentía la excitación de YoonGi y eso lo ponía tan sumiso que era hermoso.

El mayor tomó la camisa de Jimin para sacarla, dejando al menor a la expectativa.

También bajó sus pantalones junto con su ropa interior, Jimin se tensó.

—Estamos en la Universidad.— dijo secamente.

—¿Y?— respondió YoonGi, aún admirando toda la piel suave de su Omega.

Jimin suspiró.— ¿Al menos le pasaste seguro a la puerta?— preguntó con miedo.

—No.— sonrió YoonGi.—¿No te emociona pensar que podrían encontrarnos en una bochornosa escena, Jiminnie?

—YoonGi...— dijo sorprendido.— No haré nada si no cierras la puerta.— murmuró.

YoonGi se acercó ceñudo a Jimin, el Omega sintió la presencia imponente desde su espalda y aguantó la respiración por inercia. YoonGi se acercó al hombro del menor, dejando que sus labios se presionaran contra la cálida y tierna carne en un beso. Jimin volteó un poco sobre su hombro, encontrando a YoonGi viéndolo con tanto amor que fue abrumador.

Jimin también lo amaba... Siempre lo había amado.

Entonces YoonGi saco un poco sus dientes y mordió donde había dejado el beso. Jimin siseó, luego jadeando cuando el mayor se apiadó de su carne y la soltó.

—Odaxelgania.— comenzó YoonGi, dejando un beso en el otro lado del hombro del rubio y pequeño Omega, quien se estremeció al sentir los labios mojados de su Alfa.— Es la filia o gusto por morder a tu pareja y/o ser mordido por ella.

—¿YoonGi?

—Un leve tipo de sadismo.

—¿T-te gusta eso?— chilló.

YoonGi rió.— Sólo contigo podría gustarme.

El mayor dejó que su saliva escurriera de sus labios hasta el hombro de Jimin, cayendo en gotas gruesas por su espalda cuando con dedicación dejó salir sus dientes y mordió a Jimin. Duro, mojado, abrumador y eso le estaba comenzando a doler en los pantalones.

—Nunca has hecho una mamada.— afirmó YoonGi. Lamió la espalda de Jimin un poco, deleitándose con ese sabor salado y sensación aterciopelada.— Ponte de rodillas, viéndome.

Jimin suspiró y lo hizo, dejando salir su pantalón primero de sus pies, quedando desnudo y a merced de YoonGi.

—Nunca he hecho una. Realmente tampoco lo imagino, creo que sería desagradab-...— se quedó quieto. Viendo como YoonGi bajaba su pantalón hasta los muslos, dejando ver su gruesa, mojada y dura polla.

—¿Te gusta?— murmuró cínico. Jimin tragó seco, sintiendo sus labios picar.— Oh, te gusta.

Jimin subió la mirada a YoonGi.

YoonGi dejó escapar un suspiro. Jimin era perfecto, era hermoso y era suyo. El pequeño rubio de ojos azules lo miraba con conciencia desnuda. YoonGi sólo asintió y levantó un poco las manos cuando los cálidos belfos rosados del menor atraparon su glande, chupando con entusiasmo.

El Cisne y la Bestia Negra {YoonMin} [Omegaverse]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora