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El pequeño cisne caminaba un poco aturdido entre los pasillos de la Universidad técnica.

Tenía en su delicada mano un mapa que le decía donde quedaba su salón, pero jamás había sido bueno con las indicaciones.

—¡Hey, Jimin!

El cisne volteó, mirando una alta figura corriendo hasta llegar a él. Eran Jung Hoseok, otro de los estudiantes que tendría el privilegio de aprender sobre informática.

—Jimin.— saludó una vez que estuvo a su lado.—¿perdido?

Jimin sonrió.— Un poco.— admitió.

Hoseok le hizo una seña para que lo siguiera, el menor lo hizo, y así ambos al fin llegaron a un gran salón donde sus demás compañeros estaban, ambos se sentaron en la única mesa disponible y esperaron a la llegada del profesor.

—Jimin... quería hacerte una pregunta.

El menor lo miró con atención, incitándolo a que siguiera.

—¿Alguien además de Lisa te está cortejando?

Wow, que directo.

Hoseok era un cambia formas zorro Alfa, pero hasta donde sabía, estaba cortejando a un Omega del salón, por lo que no sabía exactamente a qué quería llegar.

Tal vez sea genuina curiosidad.

—No, ¿por qué lo preguntas?

—Es que... a veces tu hueles a Alfa.— Jimin abrió los ojos, sorprendido.— No es por entrometerme, pero si ya tienes alguien que llene tu sistema, no deberías ilusionar a Lisa.

—Yo no... no tengo Alfa, y nadie más a excepción de Lisa me está cortejando.— dijo.

El Alfa lo miró por última vez antes de mirar al frente porque el profesor ya había llegado, dando la bienvenida y definiendo algunos puntos importantes.

Jimin como siempre, anotaba religiosamente todo en su cuaderno, cuando sintió que alguien abrió la puerta. De primeras no miró porque estaba concentrado escribiendo notas, hasta que un familiar olor lo envolvió.

Desesperado, miró al frente, viendo a su mejor amigo hablar con el profesor, al parecer YoonGi tampoco lo había visto, pero Jimin estaba casi seguro de que sabía que estaba ahí por su olor.

Jimin era un Omega bastante fértil, y ahora que dejó de tomar supresores su olor era más fuerte y dulce.

Pero al Alfa parecía no importarle, y él lo entendía, seguía molesto con él y por supuesto Jimin también estaba molesto con él por ser tan insensible.

Después de un rato, la pantera negra se irguió y salió del aula, dejando a varias omegas del lugar suspirando. Deprimido, se hundió en su asiento, dejando de percibir el somnífero olor de su mejor amigo.

Cuando las clases terminaron el rubio recogió sus cosas y se levantó, caminando a la salida, suspirando al ver la parada del bus llena.

Alguien tocó su hombro y se volteó, mirando la cabellera roja de Hoseok brillar en el sol.

—Jimin, nos veremos mañana, por favor, vamos a sentarnos juntos de nuevo, ¿está bien?— sonrió y salió corriendo a un grupo de personas que ya lo estaban esperando. Jimin sonrió también, Hoseok parecía ser buena persona.

Siguió su camino hasta la parada y en el transcurso no pudo evitar pensar en toda la extraña situación con YoonGi.

¿Qué esperaba de él? Jimin le quería, le quería muchísimo, pero era orgulloso y hasta que YoonGi no se decidiera en la vida él no podría hacer nada más que jugar las cartas.

El Cisne y la Bestia Negra {YoonMin} [Omegaverse]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora