POV Alba
Julio se había hecho esperar pero por fin había llegado. Natalia venía casi todos los días a verme al hospital, hacía un par de semanas que le habían dado el alta. Mi madre y mi hermana volvieron de nuevo a Elche pues yo estaba mejor y no debían preocuparse tanto.
Las mañanas sin Natalia eran aburridas, las rehabilitaciones cada vez más y más agotadoras, estaba cansada de estar ingresada, estaba cansada mental y físicamente.
Pero ya está, hoy era el último día. Me levanté de la cama a la vez que bostezaba y energéticamente entré al baño para ducharme y cambiarme de ropa. Ya tenía todo encaminado así que terminé de guardar mis cosas en menos de dos horas.
Supuestamente antes de las dos de la tarde vendrían a darme el alta. Eran apenas la una así que decidí ir a despedirme de algunas de las enfermeras y doctoras que me habían atendido durante este largo proceso. Las personas que me vieron llorar de dolor, de tristeza y de alegría, todo el equipo médico que estuvo ayudándome después de cada recaída.
Un enfermero vino a buscarme y me indicó que fuera a la consulta de Manu mientras el se encargaría de bajar todas mis cosas a la recepción del hospital. Sonriente caminé los pasillos que tantas veces había caminado hasta llegar a la consulta.
Me senté en los sillones que habían en la sala de espera y me quedé mirando a la puerta fijamente mientras movía mi pierna nerviosa. En pocos minutos, que se me hicieron eternos, la puerta se abrió y Manu me indicó que entrara con un movimiento de cabeza. Caminé y me senté en la silla enfrente a su despacho, el se sentó y comenzó a teclear rápidamente en el ordenador. Imprimó unos cuantos papeles y me los entregó.
-Bueno Alba, -Comenzó.- ha sido un largo proceso pero por fin te puedo tirar de aquí. -Bromeó.- Aquí tienes toda la información de todos los procesos que se han llevado a cabo, junto a estas fichas tienes el alta.
-Muchísimas gracias Manu, no sabes todo lo que significa esto para mí de verdad... -Sonreí ampliamente.-
-Aún así no te libras... -Dijo.- Tienes que venir a revisiones mensuales y debes cuidarte mucho en cuanto a pillar resfriados. -Me avisó.- Recuerda, si te mareas más de lo normal, te cansas rápido o te sube la fiebre debes venir urgentemente.
-Sí, lo sé. -Sonreí y me levanté de la silla.-
-Adiós pequeña.
-Adiós Manu.
El me extendió la mano pero preferí caminar dándole la vuelta a la mesa pera darle un abrazo. Notaba las lágrimas a punto de brotar de mis ojos sin control pero las contuve. El se volvió a sentar y yo abrí la puerta para salir. Cerré los ojos e inspiré profundamente intentando calmarme pero cuando volví a abrir los ojos allí estaba. Ella.
Natalia se encontraba vestida con unos pantalones negros cortos y una camisa de manga corta no totalmente abrochada que dejaba ver los collares que decoraban su cuello. Ella me sonreía ampliamente mientras sujetaba un ramo de flores.
-Nat. -No pude acabar la frase porque rompí a llorar.-
Ella dejó las flores apoyadas en el sillón y me abarcó con sus brazos fundiéndonos en un cariñoso abrazo. Yo la abrazaba con un poco de fuerza debido a la sensación de euforia que corría por todo mi cuerpo. La escuché sollozar a ella también. Permanecimos abrazas durante un tiempo, ella se separó del abrazo y puso sus manos sobre mis mejillas y dejó un suave pico en mis labios.
Sobre las dos y media habíamos llegado a casa de Natalia donde me quedaría a partir de ahora, en cuanto Natalia y yo empezamos una relación formal la morena me propuso quedarme en su casa y no pude negarme a la idea de compartir piso con ella. Con ayuda de unas amigas terminamos de mover las cajas con mis cosas de la casa donde vivía antes. Natalia había despejado una parte del salón para que pudiera poner mi caballete y loas lienzos, también había comprado un pequeño armario vintage de madera para que pudiera guardar las brochas, los pinceles, las pinturas y demás cosas que necesite.
Comimos en casa de Natalia acompañadas de María, una amiga suya y Marta una amiga mía. Las dos habían hecho buenas migas así que las invitamos a comer. Conocía a poca gente del círculo de amigas de Natalia, solo conocía a María, a Carlos, a África y a su ex, Mikel. Por lo visto Natalia y el no habían acabado tan bien.
Por la tarde María propuso ir a tomar algo, pero a un sitio tranquilo, sin mucha gente, así que nos llevó a una cafetería. Pedimos algo para merendar y pasamos gran parte sentadas en los cómodos sofás del local mientras hablábamos de lo que estaba planeado para estos días.
-Alba. -Me llamó María.- Natalia me ha dicho que te va mucho la playa, ¿Eh?
-Bueno, sí. -Reí bajo.- Echo mucho de menos el verano en la playa la verdad...
-Bueno pues... -Continuó Natalia.-
-Pues... -Incité a que continuara.-
-Habíamos pensado en hacer una escapada de una semana a Calpe. -Dijo.- Pero bueno si no quieres ir nos quedamos aquí que en Madrid no hay playa pero hay otras maneras de entretenerse...
-Como no voy a querer ir. -Dije sonriendo ampliamente.-
-Ves te lo dije. -Dijo Marta riendo.- Pues empieza a preparar todo porque en unos días nos vamos.
-Que bien, que ilusión... -Dije sonriente y le di la mano a Natalia.-
Sobre las ocho salimos de la cafetería y cada una se marchó a su casa, Natalia y yo caminamos por las calles de Madrid con calma. Algunas miradas se fijaban en nosotras pues llevaba una mascarilla. Al principio intenté ignorarlas pero después terminaron incomodarme.
Natalia pareció notarlo así que nos desviamos del camino y nos metimos en una callejuela. Ella me miró de arriba abajo sin decir nada, subió la mascarilla y me dio un beso lento. Después se separó y acarició mi mejilla.
-Eres preciosa y ahora que no te de vergüenza llevar esa mascarilla, es por tu salud cariño. -Dijo y volvió a tirar de mi mano para caminar.-
Yo no dije nada, solo sonreí y me puse de nuevo la mascarilla.
Caminamos por las calles de Madrid, sin prisa, hasta llegar a casa.
Nuestra casa
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Estoy viva jeje.
Siento no haber actualizado antes pero es que no me ha dado la vida. He estado malita y he pasado bastante tiempo en hospitales haciendo analíticas y etcétera. Estoy mejor pero no saben muy bien que es así que me harán más analíticas ajaja.
Lo bueno es que así es más realista todo el tema del hospital porque como he estado allí y se como funcionan algunas cosas pues mejor supongo.
Mucha suerte en los finales y para los de Latino América suerte en los exámenes.
Creo que he aprobado este examen de mates ojalá.
Siento la demora pero bueno, lo siento.
Os quiero.

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Sempiterno // Albalia
FanfictionAlba es una joven que lleva combatiendo una leucemia desde hace tiempo y por fin pueden realizar la operación que la curará. Natalia llega al hospital una fría noche después de haber tenido un accidente de moto. Es ingresada y compartirá habitación...