Si, en definitiva soy yo

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Aurora (PDV)

   Ya se habían terminado las vacaciones, justo en este momento estábamos en el expreso de Hogwarts, si se preguntan si mi sueño fue realidad, pues si lo fue, esa misma noche envié una carta urgente a la clave, obtuve una respuesta tres días después, el cuerpo del jefe de la clave fue encontrado a las afueras de Idris, por lo que sé el nuevo jefe de la clave es mi padre lo cual me tiene sumamente preocupada. Nadie parece saber por qué tengo esos sueños, nadie me da las respuestas que busco tan desesperadamente y eso me está empezando a hartar.

   Con Scorpius las cosas van de bien en mejor, no nos hemos vuelto a besar pero estoy casi segura de que eso no durará mucho, en cambio Ana y James siguen como antes creo que James está esperando para declarársele en el momento indicado. Por lo de mis runas ya no tengo que preocuparme, no las tengo que ocultar lo cual me pone sumamente feliz pero ha provocado varias miradas curiosas en mí.  

Llevábamos como dos horas de viaje por lo que me dio hambre y decidí salir por algo de comer.

--Voy por algo de comer, ya vuelvo.

--Yo voy contigo que también muero de hambre.—me dijo Ana. Caminamos juntas riéndonos del nuevo corte de Vanessa quien creo que va a estar peor este año, cuando siento mi collar latir.

--¡No ahora!

--¿Demonios verdad? – me dijo Ana con un deje de diversión.

--Sip, ahora te pido que vuelvas a la cabina y le digas a los otros que se queden adentro, yo volveré en unos quince minutos.

--Está bien. —observé como se marchaba y empecé a preparar los cuchillos, tiré un poco de polvo rastreador y este inmediatamente se pegó al techo. Esto está bastante mal el demonio está en el techo del tren y yo tengo que subir a este, como carajos voy a hacer eso. Abrí la ventana del tren, era perfecta para que yo cupiera por ella. Pero antes de irme le dije al profesor Longbottom que mantuviera a todos los alumnos en sus cabinas y este así lo hizo pero la medida de seguridad había despertado la curiosidad de todos, me reí al ver todas las caras aplastadas en el vidrio de las puertas de las cabinas. Desenrollé el látigo y asomé la cabeza por la ventana, tire l látigo y pude escuchar como este se enrollaba en algún lugar en el techo del tren. Jalé el látigo varias veces y con bastante fuerza para asegurarme de que no se iba a soltar, cuando estuve segura me lancé por la ventana…

    Mis pies estaban a un metro del suelo, mis manos aferradas al látigo, el viento despeinándome el cabello y mis ojos enfocados en el techo del tren. Me inicié a balancear, tomando impulso. Cuando tuve el impulso suficiente me solté y gracias al Ángel caí de cuclillas en el techo. Me paré rápidamente y tengo que admitir que casi me caigo un par de veces, cuando ya estaba establecida en el techo alcé la vista y vi a un demonio menor pero sumamente peligroso, tenía forma humana, una cabeza, dos brazos con manos y piernas con pies, su piel era negra como el carbón y sus dientes afilados y amarillos como agujas, sus ojos blancos cómo la nieve, no tenían pupilas, parecía siego, pero no lo estaba ya que al verme corrió hacia donde yo estaba, preparé mi cuchillo y se lo tiré, de la nada el demonio sacó sus alas y esquivó el cuchillo, voló hacia donde yo estaba, no me dio tiempo de reaccionar cuando sus pies se formaron en garras y estas se clavaron en mis hombros levantándome dos metros en el aire.

Enamorada de Scorpius Malfoy (Harry Potter y Cazadores de Sombras)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora