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—¿Cuántos de estos ha bebido? —Aria preguntó al camarero duende. Su hermano estaba desplomado contra la barra con una hilera de copas frente a él. No era raro que los clientes se encontraran en los bares de la calle Bourbon en las primeras horas de la mañana. Sin embargo, el hecho de que Jimin sólo había estado aquí por poco más de una hora y media y había consumido varias botellas de licor barato era algo fuera de lo común.

—¿Cuál es el problema, Jimin? —preguntó Aria, pidiéndole por señas al camarero su Bud Light habitual.

—Él es el más raro y jodido contratador que he conocido —Jimin farfulló. Bebió otro trago con un gesto de borracho.

—¿No va a tener sexo contigo? —preguntó Aria con incredulidad—. ¿En serio? ¡Eres el íncubo macho más caliente de este lado de la línea de Mason Dixie! Sin mencionar que los dos tenéis la cosa de la pareja perfecta. ¿Le gustan las chicas o algo así? Yo estaría dispuesta a hacer el intento si no te agrada.

—¡Tuvimos sexo, Aria! —Jimin espetó.

Ella frunció el ceño confundida y sus labios, tan parecidos a los de Jimin, se arrugaron en un puchero. —Entonces, ¿cuál es el problema? Tienes el alma del tipo. ¿Por qué estás te estás ahogando... oh por el huevo izquierdo de Lucifer, eso es tequila? ¿Por qué estás vertiendo el maldito tequila en tu garganta como si fuera agua?

—Yo... sentí algo —Jimin expresó con dificultad.

Aria enarcó las cejas. —Bueno, se supone que te empalmes mientras follas con un chico caliente, Jimin. ¿No aprendiste eso en el entrenamiento?

—Mi erección no era el problema. Lo jodí y lo chupé. Establecí los términos del contrato y me resigné a ser su esclavo sexual con el que vivía a partir de ahora y hasta que firme con una discográfica de renombre. —Hizo una pausa apurar otra copa llena de tequila. —El problema es que, mientras lo follaba me estaba enamorando de él y después en todo en lo que podía pensar era en conversaciones de almohada en sus brazos.

—¡Condenado Satanás, Jimin! ¡Te dije que no perdieras tu enfoque! ¿Te gusta? ¿Me estás vacilando? ¡Has conocido al tipo por veinticuatro horas!

—Lo sé, ¿vale? ¡No es como si fuese completamente estúpido! Tenía que salir del apartamento para tener un poco de perspectiva. Por eso te llamé. No hay manera de que vaya a arriesgar el convertirme en humano por un... hermoso, dulce, comprensivo... apasionado... inteligente...

—¡Me has revuelto el estómago! ¡Tienes un enamoramiento por la estrella de rock del tamaño del culo de Lucifer!

—¿Qué se supone que debo hacer, Aria? Ya he firmado el contrato con él. Ni siquiera puedo conseguir que otro íncubo intervenga en este momento.

—¡Ve con el rey Dominic! Él sabrá qué hacer —Aria sugirió con entusiasmo.

Jimin resopló. —Estoy seguro de que le sentará tan bien. —Hizo una actuación burlona de cómo sería la conversación. —Hola mi Rey, ¿recuerda la asignación especial que me dio? La que involucraba una alma llena de pasión sin la cual no podía vivir? Bueno, tengo una gran fijación con él. De hecho, me temo que puedo estar enamorado del tipo. ¿Le importaría cancelar todo el contrato y enviar a otro íncubo? Sé que probablemente él no dirá que si de nuevo pero no creo que pueda terminar esta misión. —Hizo una pausa. —Sí, mi discurso iría verdaderamente bien.

Aria suspiró. Sabía que ella no quería perder a su único hermano por la mortalidad más de lo que quería perderlo por un nuevo fracaso ante los ojos de Dominic, pero ella no estaba siendo muy útil. Ella abrió los ojos y una sonrisa lenta se extendió por su cara.

—¿De qué te ríes? —Jimin preguntó con exasperación.

—¿Qué opinas acerca de tomar Veneno de Amor? Los cambiaformas Wolfen la utilizan para evitar enamorarse de sus parejas en luna llena. El brebaje funciona igual en los demonios. Compromete tu deseo sexual sin involucrar tus emociones. ¡Es la solución perfecta!

Jimin se animó considerablemente ante la sugerencia. —Esa es una gran idea. ¿Sabes dónde conseguir un poco?

—Sí, follé con un lobo en Canal Street que es un auténtico apostador. Iré hoy a su oficina y cogeré un poco. ¿Quieres que deje el Veneno de Amor en el apartamento de tu contratador?

Jimin asintió y se levantó sobre sus inestables pies, casi volcando el taburete mientras lo hacía.

—Por supuesto. Tengo que volver. Taehyung me está esperando.

—Seguro que puedes caminar en tu estado. Sabes lo inestables que son tus poderes cuando estás borracho.

Jimin hizo un gesto con la mano para despedirla. —Estoy bien —farfulló—. El apartamento está en St. Peters. Si mi magia falla, caminaré.

Con un crujido desapareció.

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Aria suspiró y tomó el último trago de tequila que su hermano había dejado sobre el mostrador. Eran las cinco en algún lugar. En Nueva Orleans ni siquiera era necesario corroborar la hora. Ella le guiñó un ojo al duende camarero él cual le hizo un gesto de despedida. Ellos enviarían la cuenta a Dominic en algún momento. Se pellizcó el puente de su nariz.

—Mantén la compostura, hermanito —murmuró para sí misma—. Sólo un poco más. Mantén la jodida compostura.

Pacto - VMINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora