Capitulo 10

533 17 0
                                    

__________ le echó una mirada maliciosa por debajo de sus oscuras pestañas, con los ojos castaños brillantes. Algo en su pecho se apretó.

- ¿Está funcionando?

Joder, sí. Pero ya que él no se sentía capaz de hablar cuando el pulgar sacudió la cabeza de su pene, se limitó a asentir. Dios, ¿cómo podía excitarlo de nuevo tan pronto?

-A veces, me tumbo en la cama y me toco e imagino tus manos deslizándose por mi piel. Me toco y finjo que eres tú quien pellizca mis pezones, quien me hace sentir.

Justin se puso de espaldas, con la cabeza sobre el colchón.

Tan sólo sus palabras hacían que la presión sanguínea aumentase un cincuenta por ciento. En este momento, podía imaginarse apretando las puntas rosadas de sus pechos y jugando con su pequeño y sensible clítoris. Las suaves e insistentes caricias a su miembro, eran la peor clase de provocación.

- ¿Te tocas hasta que acabas, nena? -Lo destruiría. Imaginarla masturbándose, pensando en él, lo excitó aún más.

-Sí, siempre -suspiró ella.

Giró la cabeza rápidamente para mirarla. Estaba malditamente radiante... por la satisfacción que ya le había dado, con la necesidad de más. No recordaba haberla visto nunca más bella. De hecho, no recordaba haber estado tan cerca de una mujer tan hermosa. Una vez más, se preguntó cómo se le había pasado por alto durante tres años.

¿Estaba jodidamente ciego? Por supuesto, Kayla había salido de sus pensamientos, y __________ se había quitado el taje gris de oficina y la eficiente trenza. Ahora se veía relajada y sexy. Pero lo que la hacía magnífica para él era lo más fundamental. Se veía tan hermosa para él porque lo hacía feliz. Se quedó inmóvil al darse cuenta de eso.

-Y a veces, cerraba los ojos, usaba mi vibrador, y fantaseaba que eras tú quien me estaban dando ese placer.

Oh, diablos. Ella estaba tratando de matarlo.

-Y fue como lo habías imaginado?

Ella sacudió la cabeza y una sonrisa coqueta inclinó hacia arriba sus hinchados labios.

-Fue mucho mejor.

Él arqueó una ceja en una silenciosa solicitud de más detalles. Lo conocía muy bien como para no reconocer el gesto.

-Eres humano y real. Sé lo maravilloso que eres, dedicado y honesto. El hecho de que parecía que me querías, finalmente lo hizo perfecto...pero...

- ¿Pero? -espetó él. -Escuché un "pero" allí.

-Bueno, tú eres, eh... grande.

La había follado como un salvaje contra la pared. Justin hizo una mueca mientras tomaba su muñeca y mantenía quieta su mano. Tenían que hablar de esto antes de que ella lo acariciase hasta más allá de poder tener una conversación coherente.

- ¿Te he hecho daño?

Porque si lo hubiera hecho, iba a patear su propio culo.

__________ vaciló y trató de evadirse.

-Un poco. Sólo que había pasado un tiempo para mí, pero estoy bien.

- ¿Cuánto es "un tiempo"? -Justin tenía una ligera sospecha, y si estaba en lo cierto, sin duda iba a tener que patearse el culo.

-No sé exactamente, eh...

Mentiras. __________ nunca no sabía algo. Ella no quería decírselo por alguna razón, pero él tenía previsto llegar al fondo de la cuestión.

- ¿Más de seis meses?

-Sí.

- ¿Más de un año?

Hizo otra pausa y suspiró.

-Sí.

Se sentó y la envolvió con los brazos alrededor de su cintura, arrastrándola más cerca.

- ¿Cuánto más de un año? Aproximadamente.

Las exuberantes pestañas de ella se agitaron, mostrando la alarma en sus bonitos ojos color verde dorado. Luego bajó la vista, las oscuras pestañas acariciaron sus lechosas mejillas.

Dios, era tan bonita y pequeña. No le había dado tiempo para prepararse para que su polla invadiera su cuerpo...

- ¿__________? -Le advirtió.

Se puso rígida y se mordió el labio.

-Un par de meses antes de que te unieras al equipo.

- ¡Más de tres años!

Ella retrocedió y la agarró más cerca, su mano se deslizaba hacia arriba y hacia abajo por su espalda a un ritmo suave. Maldita sea, no había tenido la intención de asustarla, pero ¿tres años?

-Nena, lo siento si te hice daño. Voy a ser amable... - ¿La próxima vez? ¿Habría una próxima vez? Todavía no habían hablado de su renuncia. Por el momento, no estaba dispuesto a aceptarla. Y si ella volvía a trabajar, ¿estaría él pensando todo el tiempo en la próxima vez que la follaría?

Demasiado tarde. Ya lo estaba pensando.

Perverso para Amar ~J.B~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora