Capitulo 12

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Y de repente, supo que lo haría. Rápido. También se dio cuenta que la idea de volver a su antigua relación, de ser estrictamente jefe y empleada, no resultaría.

El pensamiento le dejó un feo sabor en la boca. Porque también quería volver a cómo eran profesionalmente. Así que iba a tener que aprender a navegar en un romance de oficina.

-Prométeme que sólo estarás conmigo si realmente lo deseas- exigió, pero había un toque de lágrimas nadando en sus ojos.

Justin nunca había visto a __________ vulnerable. Eso hacía aflorar todos sus instintos de protección. Dios, había sido un ciego idiota durante los últimos tres años. Sin embargo, no podía cambiar el pasado ahora. Todo lo que podía hacer era mostrarle lo mucho que la quería, la rapidez con que se estaba convirtiendo en importante para él.

-Quiero estar aquí, nena. No dudes de eso. -Se inclinó más cerca de su boca y se fusionan entre sí. Y él gimió. De alguna manera, ella sabía más dulce ahora. ¿Cómo era posible? Ya era adictiva.

Ahora, la deseaba absolutamente.

-Bueno. ¿Puedo...? -Se mordió el labio otra vez, y Justin quiso besarlo y hacer todo mejor. - ¿Puedo hacerte algo que me moría por hacer?

-Soy todo tuyo. -Él rodó sobre su espalda y abrió los brazos.

Se levantó sobre sus rodillas encima de él, su cabello largo y dorado caía desparramado sobre sus hombros, rozando las laderas de sus pechos y sus pezones. Joder, eso era caliente. Pero ver a __________ no sólo hacía saltar su pene. Su expresión tentativa pero curiosa, lo golpeó más al norte, en el centro de su pecho.

Un momento después, ella apoyó las manos sobre sus hombros, y luego le pasó la palma de la mano por el pecho. Raspó con las uñas a través de sus pezones, y lo hizo gemir entre dientes.

Era sensible ahí, siempre lo había sido. Pero su toque le hacía algo más. Cuando ella siguió el toque arrastrando su lengua caliente a través de su pezón, Justin pensó que podría salirse de su piel.

__________ mordió y chupó, y tironeó apretado. Cerró los ojos. La excitación creció, subió, hasta que desgarró su sistema. Él gimió, se resistió, su polla tan dura, estaba enfurecida por atención.

Justin había tenido nada más que sexo casual durante años.

Pero nada de lo que estaba teniendo con __________ se sentía casual en lo más mínimo. La necesidad de tomarla, poseerla, rugía en su interior.

Estuvo a segundos de convertirse en un cavernícola, de empujarla de espaldas y bombear toda la longitud de su polla, hasta que ambos llegasen.

Luego, __________ agarró su erección de nuevo con sus manos poco hábiles. Se inclinó, y la dirigió a su boca. Su mundo se inclinó. ¡Oh dios! Iba a morirse. La húmeda seda caliente de su boca, con seguridad, lo iba a matar. Pero lo haría con una sonrisa en su rostro.

Justin tanteó alrededor por algo que agarrar. No podía encontrar las mantas. Se conformó con el pelo dorado de __________, y lo agarró sin piedad, controlando el ritmo de su boca sobre su palpitante polla. La empujó más rápido, más profundo, escuchando por si hacía sonidos de pánico. Ella sólo gemía. Alzando sus caderas, folló violentamente su boca. Qué agarre apretado tenía. Y no estaba asustada o resistiéndose. __________ gemía y trataba de tomar más, relajar su garganta. Cuando ella tragó alrededor de la cabeza de su polla, sus ojos estuvieron malditamente cerca de dársele vuelta.

-Tómame, __________-gruñó. -Joder, nena, se siente tan bien.

Perverso para Amar ~J.B~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora