Capítulo IX: "Propósito"

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Salí a cubierta, la brisa era refrescante, y la luz del Sol simplemente maravillosa.

La tripulación se hallaba comiendo en el comedor, asi que la cubierta estaba prácticamente vacía. Por lo tanto, nos hallabamos detenidos 

Como era de esperarse, el barco de Seth se encontraba hecho de madera en su gran totalidad, era una embarcación de enormes proporciones, aunque en el mar era difícil poder medirle exactamente. Como todos los navíos de guerra de la época, era un barco largo, hecho en su totalidad de madera, contaba con únicamente dos velas: una en el centro del barco y la otra mas cerca de la proa. Bajo la cubierta, por casi toda la longitud del barco estaban los remos, donde la mayor parte de la tripulación se la pasaba día con día empujando este navío hacia su destino. Justo bajo la proa estaban las camas, donde dormían todos. Seth tenía su propio camarote en la parte superior del barco.

Me detuve en el borde del barco para observar el mar, las aguas estaban tranquilas y siendo justo mediodía, el reflejo del Sol les daba un aspecto brillante. Podías ver a los pequeños grupos de peces nadando cerca de la superficie, probablemente organizandose para buscar alimento.
Al mirar hacia el horizonte, era imposible divisar algo mas que kilometros de agua, por lo que era lógico asumir que todavía estabamos alejados de nuestro destino.

I.S- ¿Qué te parece este mundo?

Resonó en mi cabeza la voz de aquel "Dios"; una sensación un tanto extraña.

- Todo es hermoso si lo observas desde la mitad de la nada. No hay personas, civilizaciones, nada. Podríamos estar en cualquier otro mundo, y seguiría viendose hermoso desde aquí.

I.S- Interesante... Aun así, nuestra misión es clara. Salvar a la humanidad es la razón por la que estas en esta época.

- Y eso implica que debo detenerle.

I.S- Si. Su sola presencia aquí es sinónimo de catastrofe.

Mientras veía el mar, recordé mi primer noche aquí: las llamas de aquel ataque nocturno brillaban sobre el rostro de Hesperos. Su apariencia no había cambiado mucho. Sus ojos blancos y perdidos reflejaban el fuego a lo lejos, su piel mantenía aquella tonalidad morena y su cabello conservaba su palidez, aunque esta vez lo tenía bastante mas largo, llegandole a sus hombros. Teniendole tan cerca, pude percatarme de detalles que antes no había visto, un ejemplo, pude definir su altura. Medía alreder de 1.90m, siendo unos cuantos metros mas alto que yo. Esta vez vestía una gabardina al parecer de cuero (un tipo de vestimenta muy avanzada para la epoca), acompañada de un faldón griego. A diferencia de los demás que normalmente usaban sandalias, Hesperos iba descalzo.

Hesperos/Seth: ¿Que te pareció, hermano?

Lo miré atonito durante unos segundos, casi intentando ver mas allá de sus ojos...

- Terrorífico -le respondí manteniendo mi vista sobre su mirada.

Hesperos/Seth: ¡Me alegro! La idea era enviar un mensaje, pero me excedí. Aun así, el mensaje es claro, y eso nos quita un problema de encima.

Regresé mi mirada hacía la flota de barcos en llamas; la gran mayoría se estaban terminando por hundir, y con ellos, toda su tripulación. Era imposible que alguien sobreviviera aquel devastador bombardeo. Podía ver unos cuantos cuerpos flotando, quemados por las llamas.

- ¿Merecían morir?

Hesperos/Seth: Nadie merece morir, pero fue el camino que escogieron. Lamentablemente ese camino les llevo aquí, a este momento exacto, y eso sello su destino.

- El destino no existe- le dije sin voltearle a ver; seguía viendo los últimos restos de los barcos finalmente desapareciendo en las aguas, y las llamas apagándose poco a poco.

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⏰ Última actualización: Sep 24, 2019 ⏰

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