Tretti først: Una mortalidad

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Tony esperaba fuera de la habitación de curación. Caminaba de un lado a otro intentando calmarse y frente a ojos de los dos rubios y de Elin. Ninguno se atrevió a decirle nada en ese momento, ya lo habían intentado.

Un grupo de 5 personas llegaron. 3 hombres y 2 mujer, todos vestidos como guerreros de Asgard. Tony sólo pudo reconocer a Valquiria, quien se apresuró a saludar a Carol.

    –Mis amigos —saludó Thor levantándose de su asiento y con una sonrisa.

    –¿Cómo está él? —preguntó el que tenía el cabello claro y contextura delgada.

    –Los curanderos lo están atendiendo. Sus heridas son muy graves, y su cuerpo muy débil.

    –Se recuperará del todo. Supongo que llamaron a los mejores —dijo Brunhilde segura. Thor asintió, pero Tony negó.

    –Físicamente sí. Psicológicamente, bueno... —la mayoría del grupo lo miró con confusión, pero luego lo reconocieron.

    –Lord Anthony —exclamó el de rasgos asiáticos.

    –No lo reconocí por su vestimenta —le siguió el más grande. Tony miró su ropa, tenía un conjunto de civil de la Tierra—. Disculpa nuestra imprudencia, Lord Anthony.

El castaño suspiró largamente—. Díganme Tony solamente... No me dijeron sus nombres.

    –Ah, yo te los presento, amigo. Ellos son Lady Sif, Volstagg, Frandal y Hogun.

Tony simuló una sonrisa para que no se dieran cuenta que encontraba graciosos y curiosos sus nombres.

    –Te vimos en la ceremonia cuando uniste lazos con Loki —habló finalmente Sin con bastante seriedad e incluso con molestia.

    –Ah, sí, eso.

    –Tengo que decir que fue muy noble de tú parte —su tono de molestia fue bastante más suave, pero se notaba que no quería sonar aliviada—. Aunque... Debes estar loco para haberte casado con él.

    –Niña, en Midgard me lo han dicho muchas veces —justo en ese momento, la puerta de la habitación se abrió y el castaño se volteó de inmediato.

    –¿Me dijo niña? —susurró Sif a sus amigos, siendo ignorada por el humano.

    –¿Cómo se encuentra? —preguntó Tony rápidamente.

    –Inconsciente, pero mucho mejor. En unos minutos despertará —respondió el curandero. Él y los otros dos se alejaron para hablar con Thor, mientras Tony y Elin entraban.

Loki estaba recostado en una especie de camilla sin sábanas, pero el catálogo evitó divagar en sus pensamientos y procedió a concentrarse en el Dios herido.

Vestía un conjunto blanco, como de hospital, descanso y con sus manos a los costados de su cuerpo. Su boca tenía de nuevo esas malditas heridas del hijo, aunque estaban limpias y desinfectadas, curándose a una velocidad que sorprendía al prestar atención. Varias partes de su cuerpo tenía vendajes, y otras tenían las marcas de quemadura de los barrotes que se curaban rápidamente.

    –¿Loki? —Tony acarició su cabeza suavemente. Elin observaba todo con la inocencia que una niña puede tener—. Despierta, príncipe.

Los ojos se movieron por debajo de sus párpados. Funció el ceño mientras abría lentamente sus ojos esmeralda que se toparon con los avellana de Tony.

    –To... ny —susurró con la garganta apretada. Sonrió, una sonrisa que era propia de alguien atontado por anestesia. El contrario rió un poco.

ᴡᴇ ғᴀʟʟ ᴀᴘᴀʀᴛ   (EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora