Capítulo 7

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Noche de juegos

—Yo...lamento venir de imprevisto—tomó asiento en el sofá—Es solo que...tuve una ligera pelea con Mebuki.

—¿Ligera pelea? Si hubiera sido ligera como dices no estarías aquí en mi apartamento—fue hacía ella sentándose a su lado—¿Qué fue lo qué pasó?

—Tuvimos una discusión—cabizbaja—Por cierto tema y la verdad ya no quería estar viviendo así con ella.

—Sakura, es tu madre. Muchos tienen discusiones con sus padres, pero no por ello tienen que dejar su casa—trago en seco—No repitas mi error—susurró.

—¿Qué dijiste?

—Na-Nada Sakura—sonrió nervioso—Supongo que debes tener hambre ¿Quieres algo?

—No, estoy bien—sonrió—Pero tal vez dormir no me haría nada mal.

—Ah claro...eh...puedes quedarte en la habitación de visitas si gustas.

—Eso estaría perfecto—sin más fue para allá.

<<No repitas mi error>>

Sakura estaba recostada pensando ¿Habrá dicho eso? O solo era su imaginación. Ella dudaba por completo en eso, los padres de Naruto son demasiado amables, ellos jamás correrían a su hijo. A menos que él se halla ido por su cuenta.
Sacudió la cabeza alejando todo pensamiento, sabía que eso no pasaría, sin más, por fin decidió cerrar los ojos y dormir.

Naruto seguía sentado en el sofá, pensando en lo que casi había dicho.

<<Eres un idiota, por poco se entera>>

Todos en esta vida tienen secretos que guardar y Naruto no era la excepción. Tenía varios, pero ese en particular era del que menos quería que se enterará Sakura.
Se levantó y camino hacia un cuarto, abrió la puerta y encendió las luces. Era su pequeño estudio, donde podía pintar, dibujar sin que nadie lo molestase. Se acercó al lienzo y comenzó a pintar cualquier cosa que le viniese a la mente.

¡No pueden obligarme a eso!

Pinto varias líneas naranjas

Es por el bien de la compañía

Ahora pinto varias líneas amarillas

Es eso o dejar de pintar

Sin pensarlo ya estaba soltando pinceladas negras, como si estuviese rayando el lienzo.

¡Pintar es mi vida! ¡No pueden hacerme esto! ¿¡Qué clase de padres son!?

Adiós hijo...

El sonido de la puerta lo hizo salir de sus recuerdos. Veía el lienzo todo rayado, su pasado era increíblemente doloroso. Dejo el pincel y fue hacia la puerta.

—Diga—abrió la puerta.

—¿Sr. Uzumaki?—preguntó el cartero.

—Si...

—Su correspondencia—le otorgó un bulto de sobres.

—Gracias—cerró la puerta. Caminaba por los espacios de su casa mientras veía cada uno de los sobres que le había llegado.

<<Pagos, pagos, cupones, pagos, revistas>>

No pudo evitar llevar sus manos al cuello mientras suspiraba, esto era más difícil de lo que pensaba. Los puso en la mesa de su estudio, volvió a sentarse en su banco y continuó su trabajo.

Horas después

Sakura iba despertando después de un largo sueño. Se acercó a la ventana para poder abrir las cortinas y se dio cuenta que ya era de noche.

—Dormí bastante...

—Y que lo digas—volteo a verlo.

—Naruto...

—Te prepare un té—lo dejo en la mesa.

—Gracias—se sentó a beberlo—Ya ni siquiera tengo sueño ¿Qué haré toda la noche?—rió.

—Eso te pasa por dormir toda la tarde, aunque no te culpo...yo tampoco tengo sueño—bebió de su café.

—¡Ya sé! ¿Jugamos baraja?

—Pensé que ese tipo de juegos no te gustaban—estaba un poco sorprendido.

—Solo juego de vez en cuando—rió nerviosa—Juguemos, pero debe haber verdad o reto, es más divertido.

—Ay niña, todavía te falta saber jugar baraja—bebió de su café.

—¡No jugaré baraja con prendas!—Naruto escupió su café.

—Me refería con alcohol...

—¡Solo juguemos! ¿Quieres?—preguntó nerviosa.

Minutos después

El tiempo pasaba al igual que las rondas, solo que las preguntas no eran tan íntimas como uno esperaba...

—Gané...ahora ¿Verdad o reto?

—Verdad—contestó enojada.

—¿Por qué eres tan linda?—sonrió.

—¿Eh?...Genética...supongo—volteo nerviosa.

...

—¡Jaja! ¡Ahora yo gane!

—Verdad—suspiró.

—¿Has tenido novia?

—¿Para que quieres saber eso? Solo te pondrías celosa...además ya eres mi esposa ¿No?

—Solo quiero saber...

—No, no he tenido.

—¡Ja!

—¡No te rías! ¡Tú tampoco!

...

Las preguntas no eran para nada fuera de lo común hasta que...

—Escojo verdad.

—Naruto...dime por qué... dime por qué regresaste.

—Fue por ti...

—¿Cuál fue la verdadera razón de que hayas vuelto?—lo miró a los ojos.





















¿Cómo podría contarle la verdad a Sakura? Era lo único que me preocupaba en aquel entonces...

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