Capítulo 26

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El día que te conocí

—No volverá a pasar...lo siento...hermana...

—Más te vale Sasori, no quiero seguir preocupándome así por ti, eres ya bastante grande.

—Hmph...—suspiró—Tienes razón—bajo la mirada manteniendo su ligera sonrisa—Han pasado algunos años desde que me conociste...

8 años antes

Sakura se encontraba sentada en el sofá de la sala, revisaba con mucha atención un par de documentos importantes de su recién trabajo en la galería. El sonido del teléfono la desconcentró.

—¿Quién llama a esta hora?—se preguntó así misma un poco molesta—¡Mamá! ¿Puedes contestar?

—¡Si!—contestó desde la cocina—Diga...

Sakura regresó su mirada a los papeles, pero le intrigaba saber con quién hablaba Mebuki. Esa intriga aumentó al ver el rostro de su madre.

—No puede ser...Eh...¿E-Esta seguro?...Bien, iré lo más pronto posible y...por favor cuide de él—susurró esa última parte.

Apenas terminó la llamada Sakura se levantó del sofá y caminó hacia la cocina.

—¿Qué pasó? ¿Quién era?

—Ah una amiga llamó y me contó que está enferma, es muy cercana a mi y por eso me sorprendió.

—Entiendo—dudaba de la respuesta de su madre. Regreso al sofá, pero no pudo sacar de su mente aquella respuesta, claramente le ocultaba algo.

A la mañana siguiente

—¿C-Cómo que te vas?—veía como guardaba su ropa en una maleta—¿Por qué no me avisaste?

—Lo siento Sakura, tendré que salir un par de días—volteó a verla—En cuánto regrese te contaré todo.

Después de unas horas ambas se estaban despidiendo en el aeropuerto. Ese día, Sakura regresó muy confundida a casa.

Narrador

Han pasado unos días desde que Mebuki tuvo que salir de viaje. Sakura se ha sentido sola y confundía estos últimos días ¿Por qué se fue así de imprevisto? ¿Con quién habló aquella noche?

Sacudió su cabeza, regresó así misma. Se hincó enfrente de la foto de su padre, junto las manos y comenzó a orar. Extrañamente un dolor en su pecho comenzó, por un momento fue soportable, pero cada vez más se intensificaba.

<<¿Q-Qué está pasando? ¿Por qué me está doliendo?>>

Mientras tanto

—Ya...fue una pesadilla—acariciaba su cabello.

—F-fue tan real—aguantaba las ganas de llorar.

—Tranquilo...estoy aquí contigo.

No contestó nada, solo la abrazó con más fuerza.

Días después

Hoy por fin regresaba Mebuki. Sakura decidió no ir a trabajar para poder esperarla en casa. Comenzó a hacer la cena para darle una pequeña bienvenida. Se sentía feliz, pero en el fondo sentía algo...algo que la inquietaba.

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