Volver a Verte | NaruSaku

Capítulo 13

Ser suficiente

A la mañana siguiente

Naruto y yo nos encontrábamos en el comedor del hotel. Ninguno decía ni una palabra, había un ligero silencio incómodo, sería peor si no se oyera a la demás gente conversar.

—Sobre lo de ayer...—Naruto por fin rompió el silencio—Lamento no haberte dicho lo del Futon ni lo de la habitación. ¿No estás molesta o si?

—Naruto...me hiciste dormir contigo...—su voz era tan seria, que el rubio empezó a ponerse nervioso.

—Lo sé, perdona.

—Entiende que tú y yo no podemos dormir juntos ni hacer nada de eso—su tono de voz seguía serio, como si lo estuviera regañando.

Naruto se confundió con lo que acababa de decir Sakura ¿Por qué no podían? Sabe que aún no está lista, pero no por eso no pueden dormir juntos, es algo que hacen los casados.

—¿Pero por qué...

—Iré a tomar un baño, nos vemos luego—se levantó y salió del comedor.

<<Que mujer tan complicada>>

Suspiró mientras recargaba la cabeza en su mano. Que difícil son las mujeres.

<<Toda vía que ELLA fue la que me abrazó mientras dormía>>

¿Qué debía hacer? Definitivamente Sakura estaba enojada por lo de ayer, solo quiso pasar una noche con ella, ni siquiera la tocó. En cierta parte se sentía mal por no haberle dicho lo de la habitación, ella necesita su espacio.
Realmente no sabía cómo solucionar esto, nada le venía a la mente hasta que vió cómo una pareja firmaba unas hojas en la recepción, eran para registrarse, pero él los vio de otra manera.

—¡Eso es!—se levantó y fue hacía su habitación por las llaves del auto y salió lo más rápido que pudo. Era su oportunidad de arreglar todo.

Con Sakura

Estaba en las aguas termales. Suspiró apenada, con solo recordar lo de anoche se moría de vergüenza.

Es tan cálido

Cerró los ojos y empezó a recordar lo de ayer en la noche. Estaba debajo de Naruto, la yukata se había desamarrado un poco dejando casi al descubierto sus pechos. El corazón de Sakura empezó a latir rápidamente con el solo hecho de recordar cómo se sentía la respiración de Naruto tan cerca de ella, tan cerca de su cuerpo.

¿Por qué no era capaz de entregarse a él? Era lo único en lo que pensaba. Ella quería hacerlo, saber lo que se siente ser uno con alguien, pero en el fondo tenía miedo, miedo de no ser suficiente para él, ella es inexperta. Ciertamente no entiende cómo es que alguien como Naruto pudo fijarse en ella pudiendo tener otras pretendientes más lindas.

Estaba a nada de llorar, pero la voz de una señora la sacó de sus pensamientos.

—Niña, llevas mucho tiempo en el agua y eso no es bueno, será mejor que salgas si es que no quieres enfermarte—la señora se acercó y le dió una bata—Ven, te daré algo de té.

Sakura no dijo mi una sola palabra y solo fue obediente.

Con Naruto

—Buenas tardes señor, dígame ¿En qué puedo ayudarle?

—Necesito unos papeles...

En el hotel

—Dime ¿Por qué estabas llorando?—preguntó mientras servía el té.

—Nada, eso solo que...—se quedó viendo su taza—Tuve una discusión con mi pareja.

—¿Por qué? Los jóvenes de ahora pelean por cualquier cosa—suspiró—Y eso está muy mal ¿Por qué discutieron? Si se puede saber.

—Fue por una tontería—giró los ojos.

—¿Y por qué sigues con él?

—¿Eh?—volteo a verla con confusión—Pues porque lo amo...

—Entonces no entiendo porque lloras.

—¿Eh?—la señora realmente estaba confundiendo a Sakura.

—Si realmente lo amaras como me dices, no estarías aquí o no hubieras estado llorando en las aguas, estarías hablando con él y estarían solucionando su problema como pareja que son. Es más, veo a buscarlo y hablen. Créeme que hablando se entiende la gente—rió ligeramente. Sakura igualmente lo hizo.

—Puede que tenga razón—la señora colocó su mano en la mejilla de Sakura y levantó su mirada.

—Recuerda que tú como mujer vales mucho, si él es el hombre correcto, créeme que tú corazón y mente te lo hará saber—limpió la lágrima que caía sobre su rostro.

Horas después

Sakura hizo una reverencia a la señora y se fue de ahí hacia su habitación con una gran sonrisa. Había pasado tanto tiempo hablando con ella que perdió la noción del tiempo y ya había obscurecido.

Deslizo la puerta y se dio cuenta que Naruto no estaba. Se sentó encima del Futon y empezó a leer un libro, aunque las ansias de hablar con él eran tan grandes que no podía ni concentrarse. Empezó a caminar por toda la habitación, las mariposas que sentía en su estómago eran cada vez más intensas.

—¡Naruto!

—¡Sakura!

—¡Tenemos que hablar!—dijeron al mismo tiempo.