Casados siendo jóvenes. En el matrimonio siempre hay amor, pero con el tiempo desaparece. 10 años después, un incómodo reencuentro ¿Qué será de ellos?
-Si sales por esa puerta, nuestro matrimonio estará terminado ¿Oíste?
Él salió, pero sin antes v...
Desde muy temprano estuvo despierta. Estaba enfrente del espejo viendo su reflejo. Las marcas que él le había dejado estaban desapareciendo.
"Amo tu cabello"
También veía su largo cabello, podía tocar su cintura de tan largo que estaba. Tomó las tijeras que había en su tocador, agarró un mechón de cabello y lentamente lo corto...ya no había marcha atrás.
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<<Ahí está el cabello que alguna vez amaste>>
Al ver su cabello corto, tocándole los hombros...se sentía diferente. La alarma en su celular la sacó de sus pensamientos, tomó el peine y comenzó a cepillarlo rápidamente, para nada se le veía mal...era perfecto y se sentía perfecta así.
Bajo las escaleras y camino rápidamente a la cocina. Tomó una manzana y comenzó a comerla.
—Oye no olvides...—se sorprendió al verla—Sakura...
—¿Si?—preguntó cómo si nada.
—T-Tu cabello...¿Por qué lo hiciste? ¿Por qué lo cortaste?
—Quería un cambio—tomó las puntas y lo miró. No entiende como es que le importa su cabello, siempre lo odio porque es igual al de su padre—Además se me ve lindo.
—¿Lindo? Se te ve...—la interrumpió.
—Mamá...es mi cabello después de todo, tu no puedes decidir si lo llevo largo o corto. Me gusta mucho como quedó—sonaba un poco molesta, pero reflejaba la seguridad en si misma. Tomó su mochila y salió casi corriendo.
—Se te ve hermoso Sakura—sabía que su hija estaba cambiado.
Mebuki sabía que esas semanas llorando noches enteras, el no sonreír, el no comer, el no hablar ni convivir con nadie la hizo reflexionar y lo más importante...la estaba haciendo fuerte.
En la universidad
Sakura entro a su salón. Todos se sorprendieron al verla, además de no venir por bastantes días es el centro de atención por su inesperado look.
Ino no era la excepción, la veía discretamente intentando disimular su asombro. En el fondo quería hablarle, pero con el simple hecho de pensarlo, su orgullo aumentaba.
La clase comenzó y pasó lo que nadie esperaba. Sakura participaba mucho, hacia varias anotaciones e incluso se veía muy concentrada ¿Qué es lo que le pasa? Digamos que es solo dedicación...
<<Tengo que aplicarme en la escuela si es que quiero un buen futuro...¿Pero que estoy diciendo? ¡Claro que tendré un buen futuro! Incluso será mejor de lo que pudo haber sido a su lado...yo seré mucho mejor que él>>
Le brillaban los ojos, jamás había tenido tanta motivación, era tanta que ni siquiera se dió cuenta de que esa motivación contenía deseos de venganza y mucho odio. Quería que de alguna manera sufriera lo que ella sufrió.
Tiempo después
Narrador
Sakura se hizo de las mejores en su salón y en la universidad. Todos se sorprendían ante semejante cambio ¿Qué le había hecho cambiar? Eso se preguntaban todos.
—Uno tiene que salir adelante, nunca es tarde para que cambiemos por nuestro bien—era lo que siempre contestaba ante la anterior pregunta.
Mebuki seguía sin convivir mucho con ella, pero en el fondo estaba orgullosa. El haber pasado por un amargo momento en su vida la motivaba a salir adelante.
—Conseguí trabajo en la galería de la ciudad, gracias a eso podré ahorrar poco a poco para mis futuros proyectos—hablaba emocionada.
—¿Qué proyectos?
—Primero que nada quiero que la galería sea más conocida, quiero hacerla crecer.
—¿Qué más?
—Mmm...esos son más personales...
<<Presumirle en la cara todo lo que logré sin él, demostrarle lo exitosa que me habré vuelto>>
En Francia
Naruto estaba sentado frente a un lienzo a medias. Con un pincel en mano y la ventana abierta, trazaba la ciudad de París de noche junto con la Torre Eiffel. Era hermoso y jamás había pensado en lo lejos que podía llegar.
Apretó el pincel con fuerza al recordarles. Él jamás creyó en su propio hijo y ella solo le impedía poder vivir su sueño. Estaba solo, pero estaba seguro de que cumpliría sus metas y no se rendiría hasta demostrarles a ellos dos lo que pudo lograr y sin su ayuda.
<<Algún día escucharan mi nombre en todos lados, seré famoso, seré rico e incluso seré mejor de lo que ustedes pueden llegar a ser>>
Al igual que Sakura, solo había odio y ganas de mejorar y presumirle al otro todo lo que pudieron hacer sin su ayuda.
El sonido de la puerta lo sacó de sus pensamientos. Sonrió levemente al ver al Señor Hyuga entrar.
—Veo que apenas llegas a Francia y ya estás pintando—sonrió.
—¿Qué le digo Señor Hyuga? Pintar es mi vida.
—Lo sé muchacho, lo sé.
Empezaron a hablar de varios temas, pero sonó el celular del Señor Hyuga.
—Discúlpame—salió del estudio—¿Si?
—¿Estas con él?
—¿Con quién?
—¿Con quién más? Con el nuevo.
—¡Ah! Si, estoy con él.
—Más te vale presentármelo—sonaba bastante desesperada.
—Pero...
—Quiero conocerlo lo más pronto posible—colgó.
¿De quién se tratará? ¿Quién quiere conocer a Naruto?
Uno tiene que salir adelante, nunca es tarde para que cambiemos por nuestro bien...
