Final

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Capítulo 10

19

Calum tenía esa sensación extraña de que recordaba su pasado, sin rastro de sufrimiento o dolor, era más como una lejana aventura desafortunada. Le sucedió desde que Ashton se había ido esa misma mañana con la promesa de regresar para la cena. Justo después, encendió la radio y la primer estación que escuchó era de noticias, deseaba cambiar a música, pero recordaba noches atrás cuando en el televisor un hombre describía los horribles asesinatos. Tenía curiosidad de saber si finalmente habían apresado al asesino.

Sin embargo, lo único que escuchó fue el nombre de alguien conocido para él y entonces esa nostalgia que creía desaparecida, regresó. Era imposible que el mismo Charlie del que el locutor hablaba fuera el chico que muchos años atrás le había ayudado en la secundaria. Podría ser solo una simple coincidencia. Pero lo que más sentía no era tristeza por escuchar la noticia, tampoco fue miedo como lo había experimentado, no, lo único que surgió desde las profundidades de su mente fue un alivio inexplicable.

Su antiguo amigo de la infancia estaba muerto, y no dejó que eso lo afectara. Recordaba entonces ahora con más claridad, era fresco y tan vivido, un recuerdo que creía desaparecido por el dolor, pero tan real, fue catorce años atrás, todo había iniciado una tarde nublada de junio, cuando las calles en Atlanta no eran más que la simple rutina normal para los habitantes.

Había comprado junto a Mali su ropa para la pequeña fiesta que la escuela daría en la graduación, Ashton sería su acompañante aquella noche, la excitación recorría su cuerpo, sintiéndose un chico aventurero, porque eso solo significaba que era el inicio de su nueva vida, en donde le dolor constante terminaría.

Esperaba la llegada de Ashton sentado en la sala, se despediría de sus padres y hermana para finalmente dirigirse a la escuela, escuchar la música, los gritos emocionados, las despedidas de sus compañeros, pero, sobre todo, para que en el momento de que una canción lenta, bailara con Ashton y se prometieran una vida larga y juntos.

Aún era como si lo estuviera viviendo de nuevo, el aroma de las calles, del auto de Ashton, de la elegancia que se imaginaba en él, la sensación de su mano sobre la de él, de los pasos lentos en el último baile, de la bebida que no había probado, pero que había captado su esencia a pocos centímetros. Una noche especial que no olvidaría, no si tan solo no hubiera sucedido aquel trágico accidente.

Estaban de regreso a su casa o eso es lo que Ashton le había dicho, pero al sentir que el tiempo era largo, sospechó que el rumbo en el que se dirigían era diferente. Le había cuestionado un par de veces su destino y su novio tan solo había respondido que era una sorpresa, que era seguro ir y que no pasaría nada. No dejó que el temor se apoderara de él y creyó en las palabras de Ashton, durante todo el trayecto, en donde el sonido de la ciudad disminuía y el clima era más fresco, se mantuvo en silencio, a la espera de algo nuevo.

Cuando el auto dejó de avanzar, no escuchaba nada, no había carros cerca, entonces de nuevo tuvo miedo. La respiración de Ashton era acelerada, y aunque intentó buscar su mano, no la encontró, imaginó entonces que tomaba el volante con fuerza.

—Alguien quiere hacernos daño - el murmullo irregular de Ashton provocó pánico en todo su ser-. Nos sacare de aquí.

Volvió a encender el auto, pero avanzaba con lentitud. Se aferró al cinturón de seguridad y comenzó a decir mentalmente una plegaria, justo como su madre le había enseñado de niño, igual a como todas las noches las decía, rogándole a Dios que dejara de sufrir golpes y burlas. Le pedía, en ese momento que los protegiera, que los cuidara de las malas personas, que tuviera piedad por sus vidas. Entonces comenzó a llorar.

Cover Me | CashtonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora