Otra vida [Romanogers]

4. 1947

—¿Cómo sé que eres el verdadero Capitán América? —preguntó la agente Carter apuntándolo con su arma.

—"Espero que pongan algo lento" —comenzó a citar, esas habían sido sus últimas palabras hacia ella antes de quedar atrapado en el hielo—. "De verdad odiaría pisar..."

—No puede ser —exclamó sorprendida—. ¡Steve!

...

La canción It's been a Long Long Time sonaba en el departamento de Peggy a la vez que ambos bailaban a su ritmo.

—Sabía que no faltarías a nuestro baile —murmuró ella.

Él cerró los ojos y se concentró en el momento, se sentía satisfecho por poder cumplir con el baile prometido a su primer amor, pero también sentía un vacío enorme desde que se despidió de Nat. Sacudió la cabeza, intentando volver a concentrarse en el momento.

—Lamento haber llegado tarde —dijo—. Dos años tarde.

—Saber que estás bien... es todo lo que necesitaba y más.

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Natasha no entendía en qué estaba pensando cuando se vino a 1947. Definitivamente había perdido la cabeza, actuó como una adolescente tonta presiguiendo a un hombre. ¿Y ahora qué? ¿Qué se suponía que hiciera en este año? Steve vino para estar con Peggy, y ella solo sobraría en esta época que ni si quiera es la suya.

Respiró hondo para calmarse, había tomado la decisión de venir y debía afrontar las consecuencias. Pero por ahora lo único que podía hacer era esperar a que el soldado saliera del departamento de Carter.

Sería muy incómodo ir a tocar la puerta, pero si él no sale pronto, lo hará.

Sonrió satisfecha al ver a Steve abandonando el lugar, y rápidamente se recostó en la pared de la casa de al lado cruzando las piernas.

—¿Tienes a dónde ir? —le preguntó la rusa, él volteó a mirar asustado al escuchar su voz—. Sí, sorpresa.

—¿Nat? —el Capitán estaba igual de sorprendido que cuando descubrió que Bucky era el soldado del invierno—. ¿E-eres de verdad?

—No, soy de plastilina —repuso con sarcasmo.

Ese comentario fue suficiente para que el cap confirmara que no estaba alucinando. Realmente era ella.

—¿Cómo...? ¡¿Qué estás haciendo aquí?!

—No te oyes muy feliz.

—Lo estoy, créeme —aseguró el rubio—, es solo que tú... te quedarás aquí para siempre...

—¿Y tan malo es eso?

—No para mí, pero no era lo que tú querías, ¿por qué lo hiciste?

—Supongo que no quise...—renunciar a ti esas eran las palabras exactas, pero no fue capaz de pronunciarlas—. Creo que te seguiría hasta el fin del mundo —dijo.

Se arrepintió inmediatamente de haberlo hecho, eso había sido peor que lo que iba a decir originalmente.

El Capitán por su parte, sonrió y dio un paso hacia ella: —¿Por qué? —preguntó mirándola fijamente.

—Porque eres mi amigo.

Steve asintió mientras su sonrisa se desvanecía. Otra vez esa palabra... Otra vez se había ilusionado equivocadamente.