A Pesar de todo te Elegí a ti.

Capítulo 20

Narra Amber.

Bien, las cosas con el poeta iban como deseaba, con las pequeñas informaciones que me había dado me acercaría un poco más a lo quería saber. Mañana iré a la secretaría del Instituto para conocer los horarios de los distintos cursos del último año.
Suspiro con aire de alivio, no pensaba aguantar un mes entero para saber de quién se trataba, ni mi amiga tampoco ya que su crush estaba implicado.
Iba llegando al hospital cuando me detuve para dar paso a los enfermeros que llevaban a un paciente hacia urgencias. No me gustaba esta parte del Hospital, pero a mi madre le tocaba hoy en este sector.
Entro tratando de no mirar a los pacientes, no quisiera ver algo desagradable, así que me acerco a Beatriz, amiga de mi mamá que gracias a mi madre ella trabaja aquí como secretaria.

Le saludé y pregunté por mi mamá, me dijo que no tardaría en salir.

Entonces decidí sentarme, pero algo me llamó la atención mejor dicho alguien. No puede ser...

Si era el poeta debía estar en el Instituto. Él también me miró y estaba sorprendido como yo. Esa mirada lo delataba, tenía que ser el poeta, porque no importa si no está en clases, pudo venir porque se enfermó o no sé, por algún pariente quizás.
Le enviaré un mensaje y le ruego a Dios que lo tenga en sonido y no en vibrador.

Hola poeta Buenos días pudiste descansar? A qué horas había llegado tu mamá? Todo bien? 12:35hs

Le dí enviar y ni siquiera quise disimular, lo miré fijamente...

Bingo sonó el celular era él, es él. Escribiré a mi amiga Sandra.

Zorraaa tu crush es el poeta, confirmado. 12:35hs

Escribí en segundos con las manos temblorosas. Miré de nuevo al chico porque había dicho algo que me desanimó totalmente.

-Si primo acabo de recibir tu mensaje, pero decidí llamarte, mi tía está bien no te preocupes solo fue algo sin importancia ya la están atendiendo.- decía el chico levantándose de su asiento dándome la espalda.

Mierda, estaba segura de que era el poeta, tanta coincidencia sobre sus rasgos y aquella mirada de sorprendido. Quizás mis ansias de querer saber de quién se trata me hace imaginar cosas.

Él aún seguía hablando por teléfono pero ya no escuchaba lo que decía, frente suyo estaba alguien creo que era otro chico, en fin...

Sonó mi celular, Sandra me estaba llamando, decidí contestar.

-Hola...- dije saliendo del lugar.

-¡Pendeja! ¿Por qué coño te escribe a ti y no a mi? Soy tan linda como tú pero más inteligente, osea soy sexy... Quizás... Pensó que tenía novio ya que casi siempre estoy con chicos pero ¿a caso no puedo tener amigos? Por él ya no sería zorra, solo la de él, te lo juro...

Empecé a reír y ella se detuvo.

-Sandra...- volví a reír.

-¿Dije algo gracioso? Te hablé desde lo más profundo de mi zorro corazón maldita. Espera... Fué una broma ¿cierto?

-No espera...- trataba de calmarme.- al principio pensé que sí era el poeta.

-A ver... Explicate.

Tuve que contarle los detalles de lo que había sucedido, Sandra se quedó callada pensando en lo que había dicho.