Prímula - Amémonos en primavera

Arco 1.5

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Llegaron a un enorme crucero. Se alzaba ante ellos. Era un barco de juego legal. Sólo los salones reflejaban los lujosos casinos de Las Vegas y el interior era especialmente deslumbrante. Estaba tan iluminado que no se tenía noción del tiempo. Había todo tipo de gente dispersa. Algunos estaban de pie, mientras que otros se sentaban alrededor de las distintas mesas. Algunos tenían el ceño fruncido, mientras que otros sonreían de oreja a oreja.

Shu Wenjie y Qi Yuxuan llevaron a Qiao Chen a una mesa donde se jugaba a los dados. Querían que Qiao Chen empezara con el juego más sencillo que había.

Shu Wenjie apartó una pila de fichas y dijo: ―Usemos éstas para practicar primero. Familiarízate con todo. Incluso si pierdes algo de dinero, no debería importar. Cualquier cosa que pierdas aquí ni siquiera compensaría lo que has ganado antes.

―Ustedes pueden jugar aquí. Voy a echar un vistazo a lo que tienen por aquí. ―Qi Yuxuan intentó dar una excusa para que no tuviera que quedarse.

―¿A dónde vas? ―, Preguntó Qiao Chen. Si te vas, yo también voy.

―Sólo estaré jugando algo más cerca. No estaré muy lejos.

―¿De qué te preocupas? Me quedaré contigo. Déjame mostrarte cómo jugar este. Es realmente simple. Sólo tienes que apostar a si sacan un número alto o bajo. ―Shu Wenjie rápidamente desvió la atención de Qiao Chen.

Pero Qi Yuxuan en realidad no fue demasiado lejos. Jugó un juego a una mesa de distancia. Si Qiao Chen inclinaba la cabeza, entonces podía ver la parte posterior de la cabeza de Qi Yuxuan. Todavía estaban lo suficientemente cerca como para que pudiera utilizar el sistema y colarse en el subconsciente de Qi Yuxuan.

Qiao Chen se concentró y comenzó el programa del sistema. Lanzó sutiles ondas electromagnéticas en lo más profundo de la mente de Qi Yuxuan. Las ondas no podían controlar el comportamiento de una persona, pero podían hacer que la persona se dejara persuadir más fácilmente. Era como cuando hipnotizó a Chu Mei para que fuera perseguida por pesadillas llenas de culpa. Sólo estimulaba los deseos más profundos y los miedos subyacentes de una persona. Por lo tanto, si a Qi Yuxuan le apetecía apostar, se sentiría más inclinado a hacerlo. Dependía de la fuerza de voluntad de Qi Yuxuan.

Qiao Chen sintió que alguien lo observaba. Miró hacia las ventanas de un edificio de cuatro pisos y utilizó el sistema para hacer zoom. A lo lejos vio a Wei Zhennan detrás de una de las ventanas observándolo.

Después de jugar un rato, Qiao Chen le dijo a Shu Wenjie que se dirigía al baño. Luego, envió un mensaje a Wei Zhennan para preguntarle si estaba en el barco.

Qiao Chen miró el mensaje que le había enviado Wei Zhennan. En silencio, se dirigió al cuarto piso. No había muchas habitaciones en este piso, y todas las puertas estaban cerradas. Qiao Chen se detuvo ante la puerta de la habitación que buscaba. Estaba a punto de llamar a la puerta cuando ésta se abrió.

―¿Por qué estás aquí? ―Qiao Chen preguntó cuando entró.

―¿Por qué no puedo estar aquí? ―Wei Zhennan pasó sus dedos por la cara de Qiao Chen. Luego envolvió sus brazos alrededor de Qiao Chen y lo empujó hacia el sofá. ―Es extraño que estés aquí.

―¿Eres el jefe? ¿Este barco de juego es parte del Grupo Wei? ―Con toda la información que obtuvo sobre Wei Zhennan, un barco de juego propiedad del Grupo Wei no estaba en los datos. ¿Fue esto algo que me perdí?

―No. Este no es uno de los negocios del Grupo Wei, pero el jefe es uno de mis buenos amigos. De vez en cuando vengo y juego. Justo ahora, te vi abajo. Pensé que te estabas divirtiendo con ese chico Shu, así que no quería interrumpirte. ¿Cómo supiste que estaba aquí?