Prímula - Amémonos en primavera

Arco 6.7

◦✤✤✤◦

Du Jingnan llevó a Qiao Chen a la cama y lo acostó. Empezó a ayudar a Qiao Chen a vestirse. Luego estaba preparado para llamar a un médico privado para informarles que iban a ir a la clínica de inmediato, pero Qiao Chen agarró la mano de Du Jingnan mientras tomaba el teléfono y dijo: ―No tienes que llamar. Estoy bien. 

―Quiero que te revisen, sólo para asegurarme de que todo está bien. Me calmaré después de hacerlo. ―Du Jingnan volvió a meter la mano de Qiao Chen bajo la manta. Luego tomó el teléfono y empezó a marcar.

―No hace falta que llames. Ya sé lo que me pasa. ―Dijo Qiao Chen.

―¿Ya lo sabes? ―Du jingnan miró a Qiao Chen con dudas.

Qiao Chen miró a Du Jingnan con cierta culpabilidad. Dijo: ―Antes trabajaba de pie. Hubo una avería que me hizo caer desde un lugar alto. Caí de cabeza. Cuando fui al médico, me dijeron que se me había formado un coágulo en el cerebro y que me estaba presionando mucho la cabeza. Puedo quedarme ciego si no se controla. También es una operación difícil porque el coágulo está en mi cerebro. Me dijeron que había mucho riesgo porque el cerebro es un órgano muy delicado. Me recomendaron que buscara un cirujano con experiencia en el extranjero para que me operara con el mejor tratamiento posible, porque los de aquí no eran tan buenos. Pero era muy caro y yo no tenía dinero. Por eso no me operé.

―¿Por qué me lo dices sólo ahora? ―preguntó Du Jingnan con el ceño fruncido.

―¿Probablemente porque estaba tan ocupado con la película? Me olvidé de ello. ―Dijo Qiao Chen. Se sentía aún más culpable. Estaba muy concentrado en vengarse de Xu Jieming y Liu Yi, por lo que había olvidado por completo que tenía un coágulo cerebral.

―¿Olvidado? De verdad... ―Dijo Du Jingnan con ira exasperada. Estaba tan molesto de que Shu Qichen realmente se había olvidado de que tenía una condición de salud tan peligrosa. Se quedó sin habla. ¿Había alguien capaz de olvidar un problema de salud que podía matarlo? Du Jingnan se enfadó aún más y no quiso hablar más con Qiao Chen. Dirigió su atención a su teléfono y contactó rápidamente con los mejores neurocirujanos del mundo. Du Jingnan estaba dispuesto a sacar a Qiao Chen del país inmediatamente para que se sometiera a la operación necesaria.

Qiao Chen se sentó en la cama y vio cómo Du Jingnan hacía una llamada tras otra. Du Jingnan no se había sentado ni una sola vez. Se paseaba de un lado a otro de la habitación mientras hacía una llamada tras otra. Qiao Chen se sintió aún más culpable, pero también pensó que en realidad tampoco debía ser culpa suya. No fue él quien se hizo caer o perdió todo su dinero... Además, ya era demasiado tarde para arreglar la operación una vez terminada la película, así que ya no le prestó demasiada atención. O puede que fuera demasiado descuidado y se olvidara accidentalmente...

Esa noche, Du Jingnan llevó a Qiao Chen a un jet privado. Qiao Chen fue sometido a diversos exámenes en cuanto llegaron al hospital. Los mejores especialistas cerebrales y médicos del país pasaron consulta inmediatamente con Qiao Chen. Todo transcurrió sin contratiempos, y estaban listos para operar a Qiao Chen unos días después.

Qiao Chen se miró en el espejo. Su cabeza calva reflejaba la luz. Pensó que realmente parecía un huevo con cejas. Miró su reflejo un poco más. Qiao Chen se miró fijamente la cabeza y pensó si debía o no hacer algo con sus cejas. Después de pensarlo un poco, razonó que parecería aún más raro si también se hubiera afeitado las cejas. Todo lo que se le ocurría para mejorar su apariencia acababa pareciéndole demasiado feo en su imaginación. Qiao Chen siguió mirándose al espejo con desdicha.

Du Jingnan miró el rostro triste de Qiao Chen y lo abrazó con consuelo. ―Te volverá a crecer el pelo después de la operación. No te preocupes.

―Consígueme alimentos que promuevan el crecimiento del cabello después de que termine la operación. ―exigió Qiao Chen.