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―¿Qué está pasando? ¿Cómo han podido descubrir tan rápido nuestro escondite? ―Canette rugió en la sala de mando. La Tercera Flota no sólo había encontrado con precisión su escondite, sino que además les había atacado con gran precisión.
Todo sucedió demasiado de repente. La Quinta Flota no había podido defenderse mucho, pero los miembros del personal del cuartel general se apresuraban afanosamente de un lado a otro. Todos estaban nerviosos y tenían caras tensas.
―Informando al Vicecapitán: Los dispositivos de interferencia han perdido sus señales. ―El personal informó impacientemente de sus hallazgos.
―¿Qué? ―Canette gritó alarmado. ―¿Por qué se han enterado ahora? ¡Apúrense y vayan a arreglarlo!
―No hay tiempo suficiente. Me temo que no se puede arreglar en tan poco tiempo. ―El miembro del personal respondió y se secó el sudor de la frente.
―¡Son todos unos inútiles! ―espetó Canette. Luego se volvió hacia el equipo de Operaciones Especiales que estaba en combate y ordenó: ―¡Será mejor que los hagan volver por donde han venido! Hagan lo que hagan, no deben permitir que ocupen nuestro cuartel general.
Los soldados no dispusieron ni de un segundo, por lo que no pudieron responder a la orden. Los miembros de la Quinta Flota estaban ocupados luchando bajo los intensos ataques de la Tercera Flota. Canette observaba la situación en la pantalla. Su respiración se volvió agitada y su ritmo cardíaco se aceleró por la tensión. Sus manos se aferraron con fuerza a los dos reposabrazos que tenía a su lado, y su cerebro trabajó frenéticamente para idear cualquier posible contramedida que pudieran tomar.
Pronto, las naves de la Tercera Flota aparecieron sobre la base y Canette supo que no se podía hacer nada. Habían perdido con una derrota tan vergonzosa. Su cuartel general sería tomado en los próximos minutos y la tripulación pasaría a ser cautiva. Esta derrota total y absoluta les dejó sin dignidad. Era una completa desgracia perder de esa manera.
―Vicecapitán. ―Greene gritó mientras corría rápidamente al lado de Canette.
. . .
Cuando Qiao Chen y Auray terminaron de montar la red metálica y conectarla a la electricidad, se sentaron en la rama de un árbol cercano. Esperaban tranquilamente a ver si algún pez desprevenido quedaba atrapado en su red. Auray masajeaba la pantorrilla de Qiao Chen con una mano, mientras observaba la situación del combate a través del comunicador que llevaba en la otra mano.
Qiao Chen también miraba el comunicador de Auray, pero le parecía que ver puntitos que se movían de vez en cuando era muy aburrido. Apoyó la espalda en el tronco y cerró los ojos.
Auray detuvo su masaje y miró hacia la entrada de la cueva. A Qiao Chen también le llamó la atención. Abrió los ojos y siguió la línea de visión de Auray.
―¡Agh! ―Un grito sonó en la cueva y poco después se formó un alboroto.
―Hay peces en la red. ―Qiao Chen sonrió.
―¡La electricidad! Hay una corriente eléctrica corriendo por la red. ―La Quinta Flota se había agolpado en la cueva. Los dos que acababan de ser electrocutados yacían en el suelo agarrándose los brazos de dolor.
―¡Greene! ¿Qué es todo esto? ¿Se supone que esta es la ruta de escape que preparaste? ―preguntó Canette enojado.
―No tenía esta red metálica cuando la terminé. ―explicó Greene mientras miraba la red que los encerraba. Greene sospechaba. ¿Quién demonios había sellado la cueva?
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Prímula - Amémonos en primavera
RomanceQiao Chen fue misteriosamente transmigrado a la era interestelar.﹝🍑﹞ ═════════════════════━━ ❝✺❞ ᴬᵍʳᵃᵈᵃᵇˡᵉ ᶜᵒᵐⁱᵉⁿᶻᵒ ━━━━━━━━━━━━━━━ ❝ - ⱽᵉʳ ᵐᵃˢ ᵉⁿ ⁱⁿᶠᵒʳᵐᵃᶜⁱᵒⁿ- ⇲ ═════════════════════━━