No Existen Finales Felices

Capítulo 10: Mi compañero de Habitación

El viaje fue largo y agotador, dormí pocas horas de los nerviosa que estaba cuando ya el bus se detuvo mencionandome que habíamos llegado, baje rápidamente contemplando el hermoso paisaje, cabañas habían por doquier y ya podía observar a muchachos corriendo en su jornada matutina.

- hola joven - mencionó una señorita alta, cabello tomado fuertemente en una cola de caballo, unos anteojos grandes y el labial rojo, toda una secretaria

- buenos días

- mmm Samuel ¿Verdad?

- así es señorita - mencione con la voz gruesa, algo temblorosa

- bien, sígueme

Camine mientras veía a lo lejos como se llevaban mi equipaje, es más que claro que lo dejarían en mi habitación, así que debía recorrer rápido las instalaciones mientras esta mujer me guiaba en todo. Estaba demasiado ansiosa, habían demasiados hombres por todos lados, me sentía demasiado incomoda, eran altos, rudos y algunos más tímidos la mayoría eran unos hombre bien guapos, bueno tenía que decirlo pero mi vista solo busca a un chico... Tomy claro está.

Después de una larga caminata y el tour de la señorita quede algo cansada

- bien eso sería todo, por hoy tienes libre el día para ver las instalaciones libre pero ya está claro, los baños públicos aunque no creo que sea necesario, los cuartos tiene baños propios - gracias al cielo estaba salvada en ese sentido - los comedores, el gimnasio, las aulas, el directorio que es lo más importante

- gracias señorita...

- García, mi apellido es García

- bueno señorita García gracias por su bienvenida

- de nada cielo - parecía bastante amable a mí parecer - tu habitación es la 305 de la cabaña C, queda en esa dirección, por tu registro no sabíamos donde alojarte así que tendrás dos compañeros

¿Dos compañeros? Válgame dios eso será un problema gigante, venía bien preparada para poder compartir el cuarto con un chico pero ahora tendrían que ser dos, solo superó que sean amables conmigo y que no sospeche nada, pero por ahora debía concentrarme en encontrar a Tomy y saber cuáles son sus horarios y sus pasatiempos antes de que se vaya lejos de aquí.

- bien señorita García, nuevamente gracias por la bienvenida

- bien, tu horario estará en la habitación hasta pronto - Y se marchó, bien ya estaba aquí era mi momento y el momento de ver que me esperaría este mes en esta escuela de verano, solo esperaba que nadie me descubriera.

Llegué a la cabaña C, sentía algunas voces entre los pasillos y algunos muchachos pasaban junto a mi, seguí los números hasta llegar a la habitación, toque la puerta si es que había alguien dentro pero al parecer no había nadie, introduje las llaves que me habían facilitado y entre, un cuarto amplio con una mesa de centro, algunos cojines, al costado había una litera y al otro una cama con mis maletas, al fondo se veían unos muebles y por el otro una puerta que daba al baño. Aliste mi ropa y mis cosas en el mueble que me correspondía, intenté ver si en el baño tampoco había alguien y efectivamente estaba sola en la habitación, estaba algo cansada así que preferí tomar una ducha.

Saque mis útiles de aseo y una toalla para secarme rápidamente me dirigí al baño y largue el agua mientras me desvestía, aún sentía nervios de saber si algún chico entraría así que me asegure bien en el baño aunque cerré la puerta la cerradura estaba algo mala así que tendría que tomar el baño rápidamente, era bastante amplio habían dos dichas juntas al menos el cristal era grueso y no se trasladaba el reflejo hacia el otro lado, me introduje en el agua caliente que caía por mi espalda, refrescada moje mi cara para poder despertar del largo viaje que había dado, mi mente estaba ocupada pensando en todo lo que me esperaba los nervios los tenía sobresaliendo de mis poros lo único que intente hacer es relajarme con el agua, comencé a lavarme el pelo y rápidamente ya estaba lista, corté el agua e intente sujetar la toalla, pero al parecer quedaba bastante lejos de la ducha, abrí de golpe la puerta cuando sentí un sonido extraño, empecé a ponerme algo nerviosa así que corrí  a sujetar la toalla cuando la puerta se abrió y atiné a ponerme de espaldas y tapar al menos mi cintura