Capítulo 11: Enredos amorosos

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La tarde pasaba y sin darme cuenta todo el día se había perdido charlando con Tomy, intenté ser lo más disimulada posible con el tema de que soy otra persona pero hasta el momento todo iba de maravilla, no sospechaba nada ni siquiera de mi cambio de cabello, era el plan perfecto aunque sentía que en todo este instante podía conocer más de él que en los últimos días que charlamos.

- ¿Y de verdad vienes desde muy lejos a estudiar aquí? - me preguntó inesperadamente

- si, osea se me dio la oportunidad y la aproveche por eso llegue más tarde todo fue repentino, creo que tenía que hacerle caso a mi corazón - lo mire a los ojos mientras el seguía en ropa interior delante de mí, me hacía sentir incomoda pero a la vez me encantaba verlo así frente de mis ojos - ¿Puedo hacerte una pregunta? - mencioné antes de que pudiera interrumpirme

- si claro la que desees

- ¿Acostumbras mucho andar en ropa interior? - el solo se sonrojo y sonrió

- perdón, es que estoy muy acostumbrado en mi cuarto y como Rick ya es un chico y pues... Creo que hay confianza, somos hombres... ¿No te incomoda? - dijo finalmente algo preocupado de no incomodarme

- no, para nada solo que pensé que eras más tímido - volvió a sonreír

- bueno si, la verdad perdí esa faceta mía después de... - quedó un silencio incómodo

- ¿De?

- Samanta - susurro mientras agachaba la mirada, mi nombre en sus labios hacían derretirme pero debía mantener la calma

- ¿La amas? - rompí su silencio

- no lo sé, quisiera que si pero... - puse mi mano en su rodilla y lo mire

- quizás no deberías apresurar las cosas pero si es tan maravillosa como mencionas debe ser muy especial para ti

- lo es, la conocí desde muy pequeño, ella no se acuerda de esa situación apenas éramos unos niños de tres años, ella solo tenía dos y con el tiempo fuimos creciendo y en el momento en el que a ella se le desarrollo la memoria fue olvidándome de apoco.

Era cierto, yo solo recordaba jugar con niños de pequeña pero nunca pensé que Tomy era uno de esos muchachos, en la escuela fue todo diferente tampoco recordaba mucho, ni mucho menos que haya tenido una gran amistad con él.

- ¿Pero ella siempre estaba para ti?

- claro que sí - respondió - solo que con los viajes con mi hermano me ausentaba demasiado hasta que quede hospitalizado, sufrí de asma fueron unos meses complicados para mí y desde entonces perdí contacto con ella

- ¿Pero nunca te le acercaste ha charlar? - a cada frase me surgían más dudas

- lo intente - tomo una pausa - pero mi timidez era inmensa, me gustaba esa chica pero no tenía el valor de decirle y a cada instante que se me presentaba la oportunidad huía o no sabía que decir ni mucho menos cómo actuar - la mirada de Tomy comenzaba a entristecerse, intento girar la cabeza para no notarlo pero era demasiado evidente

- ella debe seguir queriéndote - le dije mientras intenté que volviera a mirarme, sujeto mi mano la cual intenté limpiar sus lágrimas que comenzaban a salir por esos tiernos ojos

- gracias Samuel eres muy amable a pesar de que no me conoces

- somos amigos ¿no?, Es lo mínimo que puedo hacer

Cuando de pronto sentí su abrazo cálido alrededor de mi espalda, su olor perforada en mi nariz y me hacía sentir amada

- gracias

No Existen Finales FelicesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora