Capítulo 2: La Conexión

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Esa noche no podía dormir, llegué a mi casa mientras mi hermano se disculpó con Leo por teléfono ya que yo en mi intento de escapar de la feria les impedí despedirse, me encerré en mi habitación, esperaba tener un buen fin de semana pero al parecer lo había arruinado, había echo prácticamente una rabieta delante de mi hermano sólo por no conocer al chico que me pareció atractivo.
A pesar de sus actitudes femeninas lo veía tierno, no podía ignorar su linda mirada y aunque no cruzamos muchas palabras, su voz me encantaba.

- ¿Se puede? - era mi hermano entrando con un pequeño vaso de jugo de naranja

- sí, pasa - dije algo disgustada tirándome en la cama para sentarme, él se sentó a las orillas y dejó el jugo junto a la mesa de al lado

- ¿Estás bien? - preguntó algo preocupado, no quería decirle lo que estaba pasando, también era extraño para mí, no sabía cómo reaccionar

- hermano - tome unos segundos - ¿Cómo haces para que un chico no te guste? - lo solté finalmente no sabía cómo reaccionar así que simplemente lo dije

- entonces ¿De verdad te gusta Tomy?

- no - me justifiqué - o sea sí, pero no de la forma en la que piensas o...- agache la mirada estaba algo enredada  con mis pensamientos - no lo sé hermano, me siento extraña, recuerdo su mirada y su tierna sonrisa que en verdad no me la puedo sacar de la cabeza, ¿Qué crees tú? O es que acaso estoy enferma - él solo sonrió

- eres joven, aún te queda mucho por experimentar

- lo dices tú qué apenas a tus 21 años ya trabajas en el gobierno - dije algo molesta

- venga ya, sabes que este empleo me fue otorgado gracias a Leo, le debo mucho

- tú y tu amor Leo, ojala su hermano fuera tan lindo cómo él

- Tomy tuvo autismo de pequeño, después de la perdida de sus padres aún a más temprana edad que la tuya, le afectó mucho, Leo estuvo en los peores momentos junto a él, es tímido y le gusta ser así, no lo juzgues solo quiere protección y al parecer la consiguió con Rick

- ¿Pero? - no sabía cómo reaccionar quizás mi hermano tenga razón no debería meterme en enredos así, Tomy era feliz con Rick y si yo me introducía a su nido podría ocasionar estragos

- deberías conocerlo más, a ver préstame tu teléfono - mencionó mi hermano algo apresurado 

- ¿Para qué? - Pregunté

- sólo hazlo

Y así lo hice, observé cómo mi hermano ingresó a mi teléfono y comenzó a teclear rápidamente y en un dos por tres me lo pasó, miré extrañada, me sentía un tanto incómoda.

- ¿Qué hiciste?

- lo agregué

- ¿Lo agregaste? - no entendía bien

- sí, ahora lo tienes en Facebook, Instagram, Twitter y hasta guardé su número por si quieres charlar con él por WhatsApp

- ¡Hermano! - exclamé

- las amistades se inician dando un primer paso, si de verdad te gusta atrévete - se incorporó de pie y antes que saliera de la habitación susurró - es más sociable en redes sociales - y cerró la puerta.

Me sentía incómoda al saber que mi hermano lo había agregado por todas mis redes sociales, mis manos temblaban y no sabía cómo reaccionar, me metí en Facebook para cancelar la solicitud antes de que la pudiera ver y también haría lo mismo en las demás redes pero al tomar el teléfono y desbloquearlo ya estaba aceptada, en Facebook, en Instagram, me siguió de regreso en Twitter,  para qué hablar y ahora lo único que faltaba era que supiera que también tenía su número telefónico.
Miré como en Facebook que era la red que más utilizaba, estaba conectado, miré sus fotos la mayoría eran con Rick,  lo cual me ponía algo celosa, me metí a su chat para poder hablarle pero al momento de escribir mis manos quedaban paralizadas y no podía, simplemente no podía, me sentía como una loca sin poder controlar sus acciones, fue tanta la frustración que llegué a tirar mi teléfono a un costado de la cama, me dije a mi misma, tranquila esto es solo temporal ya se va a pasar ahora toma tu teléfono pon algo de música y relájate leyendo un libro. Dicho y hecho comencé a leer mientras tenía mis audífonos puestos, relajada estaba mucho más tranquila, en mi mente tarareaba la canción mientras analizaba bien el contenido del libro cuando de pronto sentí el teléfono... Una notificación, quizás sea alguna de mis amigas pero aunque ya no hablaba mucho con ellas  ya que están de viaje por el verano debe ser algo pequeño, y vi un mensaje en Whatsapp, número T desboquee la pantalla y revisé

No Existen Finales FelicesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora